Con el armario repleto

La gente tenía ganas de balón después de dos días en barbecho. Hubo más periodistas de lo habitual en el regreso al trabajo del Córdoba, que ayer comenzó a preparar en El Arcángel el encuentro del domingo (17:00) ante el Alcorcón con casi todas las balas en la recámara. Hasta 27 futbolistas estuvieron a disposición de Lucas Alcaraz, contando los cinco canteranos (el portero Coca, Fernández, el juvenil Fede Vico, Mane y Javi Hervás) que vienen a paliar las deficiencias en ciertas posiciones. El técnico sólo acusa las bajas de Javi Flores, limitado a hacer carrera continua en la positiva recuperación de su operación de pubis, y Tena y Pepe Díaz, suspendidos por acumulación de amonestaciones. Porque Arteaga, ausente en los tres últimos partidos por su rotura muscular en el sóleo de la pierna derecha, ya es uno más en los ejercicios con balón; ayer fueron muchos, y muy intensos.

Alcaraz corrigió con vehemencia, especialmente en el tramo final de la sesión. El entrenador no se cortó a la hora de gritar a los suyos, imprecisos en los movimientos para buscar el desmarque y el remate en aperturas hacia las bandas y centros al área. En Huesca faltó pegada para poder puntuar y ayer se vieron demasiados fallos en la finalización. Un lastre preocupante.

Antes, con Alberto García, Raúl Navas y Coca alternándose en las porterías, Lucas dispuso tres equipos distintos en partidillos de nueve contra nueve. El granadino no define el once hasta los entrenamientos a puerta cerrada (en principio mañana por la tarde y el sábado; hoy hay doble sesión), aunque cualquier detalle puede cobrar trascendencia. Jugaron juntos David de Coz, Alberto Aguilar, Tena, Javi Hervás; Juanmi Callejón, Usero (muy motivado tras quedarse fuera de la última convocatoria), Jonathan Sesma; y Charles. En otro combinado estuvieron Gerardo, Gaspar, Beobide, Camille; Mane, Cabrera, Arteaga; y Pepe Díaz. Y en el tercer conjunto coincidieron Fernández, Richy, Agus, Fuentes; Dañobeitia, Jorge Luque, Fede Vico; y Oriol Riera.

El Córdoba salió con el mismo once contra el Nàstic y el Huesca. La alineación del próximo domingo sufrirá al menos dos alteraciones, atrás y arriba, por las sanciones de Tena y Pepe Díaz. Los sustitutos naturales son Agus, para el eje de la zaga, y Oriol Riera, aunque Jonathan Sesma va a más y Alcaraz prefiere al canario como delantero desde que Díaz de Cerio retornó al Athletic en enero. Y sobre todo, ahora que Arteaga vuelve a postularse para la demarcación de interior izquierdo, asumida por Camille desde la visita al Heliodoro con Fuentes como lateral.

Resulta curioso que Agus encare la oportunidad de estrenarse en la segunda vuelta -no juega desde el duelo con el Girona, el 23 de enero- ante el Alcorcón, ya que salió del once a raíz de su pésima actuación en Santo Domingo. Aquella noche, Quini le ganó la partida con creces. Fue el principio del fin para el manchego, que se vio relegado por Richy y desde entonces sólo tuvo minutos en la eliminatoria de Copa frente al Deportivo -en la ida actuó como lateral-, ante el Valladolid -salió en los compases finales de esa jornada, la 17- y a raíz del primer ciclo de amarillas de Tena, también castigado por su roja directa en Riazor. Agus jugó tres partidos seguidos. Y hasta ahora.

"No es bueno entrar por estas causas (la quinta tarjeta a Tena), pero si se da la oportunidad intentaré aprovecharla y no dejarla escapar", comentó ayer el de Bonete, que formó pareja con Richy en el entrenamiento de ayer. "No te puedo decir que estoy bien porque a ningún jugador le gustar estar sin jugar. Lo que uno quiere hacer todo el año es aportar el máximo a su equipo, y desafortunadamente yo no lo estoy haciendo porque no estoy entrando. El equipo tiene una buena línea, las bajas no se notan, todo el que sale da el máximo, y el míster siempre intenta hacer el equipo más competitivo posible", añadió el zaguero zurdo, contrariado porque "ha cambiado todo mucho en seis meses". "El año pasado tuve la oportunidad de jugar mucho y a principio de temporada, también. Y luego, de repente, no. Pero han jugado otros compañeros porque el míster ha visto que tenían que jugar ellos. Uno lo pasa mal desde fuera porque no está acostumbrado a ello, pero tengo muchísimas ganas de entrar, ponérselo difícil al míster y conseguir el objetivo", matizó.

Otra opción, remota por su inactividad desde el verano, es Gaspar. Agus sorprendió con unas palabras muy cariñosas: "Particularmente tengo con él algo especial. Coincidí con él en mi primera época, cuando di el salto (con el Albacete, en la Liga 04-05). Me hice futbolista al lado suyo y tuve la oportunidad de jugar con él en Primera División. Es un jugador especial, le tengo muchísimo cariño y es uno de los futbolistas más importantes con los que he jugado. Es de los que más me han aportado dentro del campo y siempre querré que esté cuanto antes en el terreno de juego. Vemos que va progresando, y ojalá cuanto antes esté dentro del equipo".

Alcaraz también puede reubicar a Alberto Aguilar en "una posición en la que el año pasado jugué prácticamente toda la temporada y este año he jugado también. No es una posición nueva para mí y estoy a disposición del míster. Tanto si es atrás como en el medio, si es como titular, magnífico". El de Benamejí sabe que "la confianza del entrenador es fundamental para un jugador". Y él la tiene porque ya ha captado "lo que el míster quiere de mí".

No es el caso de Oriol Riera, autor de un tanto en la Copa y cinco en la Liga. Sin embargo, su última diana se remonta a la jornada 22, cuando abrió la lata contra el Salamanca, y en los tres choques recientes ha estado a la sombra de Charles y Pepe Díaz. "Llevo un par de partidos rozado un poquito" el gol, dijo ayer el de Vic, consciente de que "no queda otra que trabajar, y el gol entrará. Siempre ha entrado, así que volverá a entrar". "Nunca he tenido ese problema. El gol llega cuando llega. Llega siempre con trabajo", enfatizó el ariete, que inauguró su cuenta liguera en Alcorcón y firma "no marcar ningún gol y que el equipo gane". Es el espíritu del nutrido grupo de Lucas.