Las ansias de Paco Gómez no bastan

El Cartagena de hoy en día recuerda al peor Córdoba de Rafael Gómez, al peor Atleti de Jesús Gil. Es un club en el que el presidente, Paco Gómez, hace y deshace a su antojo. Nadie podrá discutirle que no se moja o que no ha puesto un duro. Todo lo contrario. Pero con esas ansias por ser alguien importante, por hacer de su equipo algo grande no bastan en un mundo tan complejo como el del fútbol. Aquí dos y dos no son casi nunca cuatro. Más aún cuando los designios de la entidad se mueven casi siempre por los caprichos de su mandamás. Esta temporada, Gómez hizo su proyecto más ambicioso. Con un presupuesto de siete millones de euros, el único objetivo era el ascenso tras dos ejercicios tirando al palo. Y no mediante el play off, sino de forma directa. Paco López, un técnico sin experiencia que venía de ascender con el Alcoyano, fue el elegido para dar continuidad a la etapa de José Ignacio Martínez. La apuesta salió mal y Javi López ya está en el Cartagonova tratando de enderezar el entuerto. Por ahora, la tarea es complicada, pues el Efesé es colista, sólo tiene un punto y no parece que dé muchas señales de vida. Pero las dará, porque ingredientes tiene de sobra.

SIN BALÓN

El cambio de entrenador se ha notado poco en los conceptos defensivos: el Cartagena sigue queriendo apretar al contrario muy arriba. Pero ahora se maneja mejor atrás. Sobre todo con la recuperación de Abraham Paz, el hombre que debe liderar la zaga. Junto a él estará esta tarde en el centro Chus Herrero por la lesión de Josemi, con Txiki y Kijera en los costados. La apuesta por los malaguistas Manolo Gaspar y Manu Torres no ha sido acertada y ambos suelen ver los partidos desde la grada. Desde la medular, el encargado de que todo el engranaje funcione es el sempiterno capitán Mariano Sánchez, que tampoco manda como antaño.

CON BALÓN

El principal lunar que está encontrando Javi López está en la organización. Dimas no acaba de ser el que deslumbró en Soria y está en el ojo del huracán. Por delante, Toni Moral es el único gran peligro por los costados, aunque ahora se verá ayudado por Collantes y Lafuente, ya recuperados de sus dolencias. Álvaro Antón suele ejercer de enganche con el punta, un puesto en el que Iván Bolado y Goiria no terminan de convencer.

LO MEJOR

El desequilibrio y descaro de su línea de tres mediapuntas. Abraham Paz le da consistencia atrás.

LO PEOR

El equipo no tiene gol y anda con la moral por los suelos por su inicio.