Y ante la angustia, un partido diez

Cuando la soga más apretaba, el Ángel Ximénez-Avia realizó su mejor partido de la temporada para tumbar a un Granollers que puede presumir de vivir en la dimensión superior de la Asobal. Pero eso no le bastó a su paso por Puente Genil, donde se topó con la versión más sólida de un conjunto pontano que encaró el encuentro sumido en mil dudas por culpa de una incesante crisis de resultados y salió con la moral y la confianza por las nubes después de un duelo en el que no dio opción a su rival. El triunfo, el primero en casi dos meses, permite a los de Quino Soler poner una distancia de cinco puntos con la zona de descenso.

Consciente de que no valía otra cosa que ganar para cortar la crisis -un punto de los últimos 12-, el Ximénez encaró el partido convencido de sus posibilidades, sabedor de qué teclas había que tocar para desactivar a un enemigo de la llamada otra liga que también arrastraba alguna duda. Así, tras unos primeros minutos algo locos que el cuadro pontano aprovechó para tomar la delantera en el marcador, el Granollers se percató de que sumar en el Alcalde Miguel Salas iba a ser una misión imposible.

Con 2-0, Carlos Viver ya paró el partido para tratar de ajustar conceptos. De nada le sirvió. La defensa local siguió rayando a gran altura y la aparición de Rudovic en ataque disparó la ventaja (8-3, 15'). La renta de cinco tantos se mantuvo hasta el descanso, y eso que el Granollers encontró por fin en el checo Kasal un argumento ofensivo de peso. Ni siquiera la roja a Oliva, que estaba destacando bajo palos, por tocar a un jugador catalán en una salida del área sacó de sus casillas a un Ximénez que supo en todo momento templar el ánimo.

Con el público enchufado y los visitantes apretando, a los de Quino Soler les tocó sufrir algo más en la segunda mitad. Los misiles de Kasal llegaron a poner a tiro de un gol a un Granollers que en muchas fases del choque se la jugó con siete hombres de campo, pero entonces salió a relucir la casta del cuadro pontano, esa que apenas si se había visto en lo que va de curso.

Rudovic, Josic y Moreira tomaron la responsabilidad y el Ángel Ximénez-Avia alcanzó la recta final del encuentro con ventajas de dos-tres goles a su favor. El intento a la desesperada del Granollers, con Viver buscando alternativas de todas las formas posibles, resultó infructuoso ante la mejor versión de la escuadra pontana, que fue a aparecer justo cuando la angustia amenazaba con ser un enemigo más en esta fase clave de la temporada. El triunfo se quedó en el Miguel Salas y Puente Genil vibró con un equipo que demostró que quiere seguir siendo respetado en esta Liga Asobal en la que ya vuelve a mirar hacia arriba.

Ángel Ximénez-Avia: Oliva (p); Nacho Moya (5), Cuenca (2), Curro Muñoz (1), Paraja (2), Revin y Rudovic (10) -siete inicial-; De Hita (p), Castro, Bujalance, Josic (7), Melgar, Moreira (4), Mekaru y Manu Díaz. Fraikin Granollers: Sastre (p); Cabanas (3), Arnau García (1), Figueras (4), Canyellas (1), Resina (3,1p) y Da Silva (3) -siete inicial-; Álamo (p), Porras, Marc García, Ferrer, Adrià Pérez (2), Loncar, Kasal (8), Álex Márquez (3) y Flores. Parciales: 1-0, 3-2, 7-3, 10-5, 11-7, 15-10 (descanso); 17-11, 18-16, 22-20, 27-24, 28-26 y 31-28. Árbitros: Hermanos Escudero Santiuste (cántabros). Excluyeron al local Paraja y al visitante Porras. Roja a Oliva (24'). Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 11 de la Liga Asobal disputado en el pabellón Alcalde Miguel Salas ante unos 850 espectadores.