¿Te acuerdas de aquel día?

Fue el 24 de abril de 2004. Poco antes de las 18.30, un remate de Lorena Weber llevó al marcador el 2-0 ante el Covadonga abriendo de par en par las puertas de la Superliga para el Cajasur. El sábado, cuatro años después, Vista Alegre (19.00) vuelve a tener una cita con la historia en el encuentro que las granates disputarán ante el Cantabria, la gran final de la SF2 que otorgará a su vencedor el otro puesto de ascenso.

Tres supervivientes de aquella fiesta se mantienen en la plantilla granate que puede hacer que el voleibol de elite regrese a Córdoba. Rocío Gutiérrez, Gema Capel y Marta Fraile cuentan las horas que faltan para el que puede ser, de nuevo, un gran día.

Más maduras, con cuatro años más de experiencia y protagonistas directas de la evolución del club en este periodo, las tres coinciden en señalar que el éxito de este Cajasur radica en su homogeneidad, en haberse sabido convertir en un bloque sin estrellas en el que el colectivo ha tomado el protagonismo. Con la fuerza que otorga el grupo, las tres apuntan que el equipo ha desterrado los nervios para dejar que el vestuario se inunde "por una mezcla de ilusión y ganas de que llegue el día", apunta Marta Fraile, la última en sumarse a la gesta de 2004.

La barcelonesa llegó al Cajasur en diciembre de 2003 procedente del Sant Cugat y pronto se hizo con la titularidad, desplazando a Carlota Santamaría. Pieza clave en el ascenso, Fraile formó parte de la primera plantilla del Cajasur en la Superliga, pero abandonó el equipo mediada la temporada alegando motivos personales. El pasado verano regresó a la disciplina granate para compartir la dirección del equipo con la americana Renata Dargan.

La colocadora catalana reconoce que "todo es distinto, porque el equipo no se parece en nada al otro y la situación es distinta". "En aquella ocasión jugábamos contra un equipo inferior y sólo había que hacerle dos sets", recuerda Marta, "pero aquí nos lo jugamos todo. Es una final y será más complicado ganar este partido". Personalmente, la temporada también ha sido de crecimiento para Fraile, "porque después de dos temporadas en Primera Nacional me había estancado, pero este año he cambiado y he mejorado mucho con todo el equipo".

También será un día especial para Rocío Gutiérrez, el estandarte del club. Criada en las categorías inferiores del CV Córdoba, la central cordobesa tuvo un papel secundario en el ascenso de 2004, en un año marcado por las lesiones. "He tenido más suerte y sólo me he perdido un partido", señala Gutiérrez, que ha entrado asiduamente en los planes de Flavio Calafell, "aunque no siento el ascenso como algo más mío, porque el protagonismo es de todas". "Eso es algo que no se olvida", dice Rocío rememorando el primer ascenso a la Superliga, "pero esto es más bonito, porque nos lo jugamos todo en el último partido".

Junto a Gutiérrez, Gema Capel es la única jugadora que se ha mantenido en el plantel granate ininterrumpidamente desde la temporada 03-04. La líbero almeriense cree que en estos días es "inevitable" recordar aquellos momentos, "pero con los años se viven de otra forma, lo que no quiere decir que que si se logra sería otra historia maravillosa". "En estos cuatro años he visto pasar mucha gente, el club ha dado muchas vueltas y ha cambiado mucho y para bien", señala Capel, para quien el ascenso sería "el premio al trabajo de todo el año".