El Tenerife sufrió una desgarradora derrota ante un respetuoso Real Zaragoza que, si bien lució una mayor superioridad en determinados momentos, no mereció tan suculento premio tras los esfuerzos realizados por ambos conjuntos. Los visitantes se adelantaron en el marcador en el primer periodo, pero en la reanudación el Tenerife logró restablecer las tablas. El partido entró en una fase de toma y daca y cuando el empate parecía que sería definitivo llegó la puntilla definitiva en la recta final del choque. El meta Aragoneses impidió una penetración en el área de Ewerthon, acción que el árbitro estimó como penalti y que el propio delantero brasileño se encargó de materializar. Enfrente el centrocampista Alfaro, que se tuvo que poner los guantes de portero ya que el derribo supuso la expulsión del meta titular cuando el Tenerife ya había realizado los tres cambios. El joven medio lo intentó, pero no pudo detener el lanzamiento del brasileño.