TERCERA División

El Villanueva sella el final de un ciclo

  • El equipo jarote no se presenta ante Los Barrios y se expone a la expulsión de la competición

Ayer, 11 de abril de 2009, fue el día más triste en la historia del Villanueva, posiblemente el día de su desaparición. A las 18:04, el colegiado granadino Luis Molina Molina llamaba a los delegados de ambos equipos para que firmaran el acta certificando la incomparecencia del equipo jarote ante Los Barrios. Era la segunda, tras la sucedida hace siete días ante el Jerez Industrial, lo que a la espera de la confirmación oficial del Comité de Competición supone la expulsión y, con casi toda probabilidad, la desaparición del club.

Le tocó poner el punto y final a Juan González Wichi , el delegado, quien sabía que su firma era el adiós a muchas tardes de gloria. Le costó estampar la rúbrica en un acta que el árbitro se llevó mojada con las lágrimas que no dejó de derramar en todo momento. "Ha sido el momento más triste y doloroso que he vivido en el deporte", indicó Wichi, quien lamentó "la pena de ver cómo acaba la ilusión de un pueblo por el fútbol, este bendito deporte que nos ha dado tanta gloria". Wichi se acordaba de aquellas tres ligas en Tercera, el ascenso a Segunda B, la Copa Federación, la Copa del Rey ante el Recreativo, los partidos ante el Córdoba... "Es complicado decir hoy esto, pero el mejor producto de promoción de Villanueva ha sido el fútbol y quizás todos hemos debido poner un poquito más para que esto no terminara de esta manera tan cruel".

Sólo tres directivos acudieron a la cita, aunque no hubo noticias del presidente José Ángel Martos ni otros pesos pesados. Fuera, unos 50 aficionados acudieron al Nuevo Municipal para certificar la defunción del equipo de su alma. Casi todos decían: "Venimos a un entierro". Algunos iban con la bufanda del Villanueva, ésa que lucieron en las grandes citas. Las caras no eran las mismas. Tristeza, rabia. Tras la firma de Wichi, algunos pedían explicaciones en la puerta del estadio y todos señalaban que "es una pena que esto suceda a falta de siete jornadas para el final".

Hoy Domingo de Resurrección, el Villanueva ha muerto. Sólo está en el recuerdo de los aficionados. Uno de ellos es Bartolomé Carmona, el célebre Carmonilla, que ayer no faltó a la cita. Llorando, recordaba: "Fui el que federé a este equipo hace más de 50 años y después de tanta lucha ves que se te muere. Es muy duro, creo que todos los que amamos el fútbol debemos luchar para que vuelva otra vez, y lo digo hoy que ha desaparecido". Mientras se buscaban culpables en los corrillos, Carmonilla indicó que "estar en Segunda B nos ha matado. Ya lo dije cuando estábamos en esa categoría", aunque también tenía arrestos para decir que "el fútbol en Villanueva tiene que resucitar, aunque sea de cero".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios