Ulises Dávila no contempla una salida a pesar de su ostracismo

Uli Dávila corre junto a Bernardo, Janse, Sebas y Samu.
Uli Dávila corre junto a Bernardo, Janse, Sebas y Samu.

"No nos planteamos nada. Ulises acabará la temporada en el Córdoba porque confía en revertir la situación". Con esta contundencia cerró Matías Bunge, el representante de Uli Dávila, cualquier opción de que el mexicano abandone el CCF en los días que restan antes de que se cierre el mercado de invierno el próximo viernes a la medianoche. El jugador, cedido por el Chelsea tras un largo periodo de negociación que se alargó casi todo el verano, ha desaparecido de los planes de Pablo Villa, que lo dejó sin jugar en dos de los cuatro partidos que se llevan de 2014. Un ostracismo que juega en contra de su gran objetivo: ser citado por su selección para el Mundial de Brasil.

Fichaje estrella del mercado estival, Uli Dávila ha pasado a ser la cuarta opción para la zona de ataque tras la llegada de los primeros refuerzos. De hecho, en el duelo del sábado ante el Deportivo volvió a quedarse a cero, después de que Villa eligiera a Pelayo, Juanlu y Arturo. No es la primera vez, pues esto ya ocurrió también en la visita a Palma y amenaza con perpetuarse en el futuro. Sus escasas apariciones tras el parón invernal llegaron ante el Recreativo, cuando saltó al campo como último cambio en el minuto 86, y en Ponferrada, donde fue aún peor, pues su entrada fue en el 91'.

Lo cierto es que el internacional mexicano no ha correspondido a las altas expectativas creadas en torno a su figura. Y eso que el técnico blanquiverde le dio muchos minutos durante la primera vuelta. No en vano, por minutos, es el decimosegundo jugador más utilizado, con 898 minutos repartidos en un total de 18 encuentros. Tiempo en el que ha sumado cuatro goles -tres al Hércules y uno al Zaragoza- y vio tres amarillas.

Uli sonó en los últimos días de diciembre como futurible del Puebla y ahora su nombre ha sido vinculado al Atlas, ambos de la máxima categoría del fútbol mexicano. Pero su agente ya ha sido tajante sobre su futuro, que se dibuja en blanco y verde. Es ahora el jugador el que debe revertir la situación para volver a brillar.

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