Triunfo de pegada y solidez
Fútbol l Liga de Campeones
El Real Madrid tumba al Milan y encauza su clasificación como primero de grupo
El Real Madrid envió un nuevo mensaje de autoridad al ganar por 2-0 al Milan sin la necesidad de hacer su mejor partido, agarrándose a la imagen de solidez que viene transmitiendo en las últimas semanas. El equipo blanco logró los goles en el arranque del encuentro, anotados por Cristiano Ronaldo y Özil, ambos con la colaboración de la defensa rossonera, con lo que ya tiene encarrilado su pase a los octavos de final.
Pocas cosas fueron normales en la primera parte. Primero, porque los de José Mourinho hicieron dos tantos antes de los 12 minutos. Segundo, porque el Milan dominó a los locales durante mucho tiempo. Tercero, porque los dos equipos sufrieron sin el balón. Y, finalmente, porque nadie atacó ni defendió bien.
Cualquier análisis táctico queda lastrado por el arranque huracanado del Real Madrid, que a los 11 minutos celebró su primera diana. Fue en una falta cerca desde la frontal del área, con un disparo de Cristiano Ronaldo, una barrera que se abrió y un balón que alcanzó la red ante un Amelia totalmente despistado.
Y un minuto después, con el conjunto italiano todavía pensando en el desastre de la barrera, llegó el segundo gol con el remate de Özil, que golpeó en Bonera desviando la trayectoria del esférico, tras una gran jugada de la estrella portuguesa.
La afición madridista se frotaba los ojos y se aprestaba a ver una avalancha de su equipo. Pero no, ni mucho menos. El conjunto de Mourinho no acabó de entender el arte de defender con el balón y el Milan pasó a dominar, eso sí, exigiendo poco. Y es que los Ronaldinho, Pirlo, Gattuso o Seedorf han visto pasar sus mejores días ya. Aun así, a Pirlo le alcanzó para probar a Casillas en un lanzamiento de falta y Seedorf mandó el balón alto en otra gran ocasión.
Mejoró el Real Madrid en el tramo final de la primera parte, cuando se volvió a encontrar el balón. Amelia realizó un par de intervenciones y la hinchada blanca alcanzó el descanso con mejor gusto en el paladar. Esa sensación ya se mantuvo hasta el final del choque porque el cuadro español fue el gran dominador en la reanudación ante un rival que no pudo disimular los años que se le vinieron encima. El físico no aguanta de la misma forma.
El Real Madrid vivió del protagonismo que adquirió Xabi Alonso, lo que es sinónimo de controlar el esférico. No es que fuera una avalancha, pero el equipo blanco sí se hizo acreedor a la goleada. Si no lo consiguió fue por la noche aciaga de los argentinos Higuaín y Di María. Tampoco estuvo afortunado Cristiano Ronaldo a los 70 minutos, cuando Marcelo realizó una espectacular arrancada y dejó para que el luso enviara fuera un remate de lo más sencillo.
Por lo demás, la otra noticia del partido la dejó Robinho a los 70 minutos. El brasileño regresaba a la que una vez fue su casa y el estadio Santiago Bernabéu fue inmisericorde. Hacía años que no se escuchaba una sinfonía de abucheos tan apabullante.
Robinho sustituyó a Ronaldinho, quien se fue del partido como lo jugó: andando. Algo parecido a lo que sucedió con Ibrahimovic, un náufrago en el ataque del Milan, si es que éste existió.
El Real Madrid perdonó la goleada y venció con autoridad sin la necesidad de realizar un gran partido. Sigue pisando fuerte en Europa, enviando mensajes de liderazgo, y eso lo celebra una hinchada que disfruta incluso cuando no hay un gran espectáculo.
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