Toca bajar de las nubes

El Lucena cayó ampliamente ante el Poli Ejido, a pesar de que en la primera mitad le plantó cara a los ejideneses que, tras el descaso, demostraron mayor pegada y acierto de cara a la meta rival.

Y eso que apenas se habían asentado ambas escuadras sobre el verde sintético de la Ciudad Deportiva aracelitana cuando, en el minuto cinco, Julio Pineda sorprendió el veterano guardameta Valerio. El delantero camero aprovechó el servicio de Diego Herrera en el interior del área para perforar la meta rival gracias a una perfecta vaselina que deshacía las tablas.

El Poli no se acobardó y Juli contestó con un seco disparo desde la frontal del área local. Tan sólo era el inicio de un incesante acoso a la portería defendida por Toni García por parte de los ejidenses que, sin embargo, apenas llevaron peligro en sus múltiples acometidas.

En una de estas llegadas, sobrepasado el minuto 20 de juego y tras un lejano disparo de Adriano, Chico recogió un balón sin dueño en el vértice del área lucentina para poner, nuevamente, el empate en el electrónico.

Tras el tanto visitante los papeles apenas se alteraron. Los almerienses continuaron conservando la posesión del balón, mientras que los provenzales se entregaron a la rapidez y astucia de Adriano para buscar el peligro, sin éxito, mediante el contragolpe. Así, el primer acto concluyó 1-1.

El arranque de la segunda mitad sirvió para que Lucas Cazorla, entrenador del Poli, introdujese múltiples cambios en su plantel. A pesar de contar con un once totalmente distinto al de la primer tiempo, los visitantes se hicieron con la batuta del choque, dando continuidad al juego que habían desplegado antes del intermedio.

Bosque, a los diez de la reanudación, deshizo la igualada que hasta el momento reflejaba el tanteo, gracias a un disparo desde el punto de penalti ante la lentitud en la salida de Toni García.

Por el bando local las ocasiones más destacables sólo llegaban a través de la estrategia. Sergio Ortiz, en dos ocasiones, botó sendas faltas que no encontraron rematador en el interior del área, pues Babin no acertó a conectar. Antes, Bustos había sacado un balón bajo palos tras el remate de Cascón.

El paso de los minutos pesaba en los locales, aunque Montero dosificó los cambios. Así, Gregory cedió para Cascón, quien remató al fondo de las mallas, en una desafortunada jugada en la que el balón rebotó en la espalda de Revuelta.

La puntilla definitiva la puso, en el ocaso del encuentro, Boque. Previamente, Anderson, que debutaba con la elástica celeste, pudo recortar diferencias, pero su taconazo fue imperfecto.

Finalmente, el mayor rodaje de los ejidenses, unido a su ambicioso plantel, se sobrepuso a las ganas de agradar de los locales.