El Sporting aparta a Sergio Álvarez para que no sirva de espía

La situación de Sergio Álvarez, el jugador del Sporting de Gijón pretendido por el Córdoba, se enquista a cada día que pasa. El futbolista ya ha expresado públicamente su deseo de recalar en el CCF, pero los clubes siguen sin llegar a un acuerdo en la fórmula. Cesión, traspaso, préstamo con opción de compra o incluso la compartición de los derechos son algunas de las opciones que ambas partes llevan días estudiando, pero sin cerrar una operación que tiene al joven jugador como principal perjudicado.

Porque Sergio Álvarez continúa apartado del grupo, fuera de los planes del técnico José Ramón Sandoval y entrenándose en solitario en las instalaciones de Mareo. Curiosas fueron las declaraciones del entrenador sportinguista antes de partir hacia Huelva, cuando asumió que "Sergio está dentro del grupo, en la misma dinámica. Llega, se pesa, desayuna con nosotros y se retira cuando comienza el trabajo táctico".

El motivo es que el técnico no quiere que, si finalmente recala en el CCF, el futbolista sirva de espía a un rival de la categoría. "No lo metemos porque sabemos que está a punto de salir y, si va al Córdoba o a otro equipo, no queremos que se lleve esas referencias de nosotros", reconoció Sandoval, quien fue más allá y sentenció que "si está negociando con otro club no puede participar en los entrenamientos tácticos conmigo".

"Está claro que Sergio va a salir a un equipo de nuestra propia categoría y es conveniente que no haga el trabajo táctico con nosotros", añadió el entrenador del Sporting, que a la hora de esa labor específica aparta al jugador para que éste trabaje en solitario con el recuperador junto a los lesionados. "Yo no llego al tema de las negociaciones. Los dos estamos deseando que se solucionen las cosas", insiste Sandoval, pero mientras no quiere que Sergio se lleve secretos tácticos de Mareo.