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Sólo cuando la soga aprieta...

  • Desde el ascenso del 99, el CCF sólo ha sumado tres veces más de diez puntos en el sprint final, y siempre cuando luchaba por evitar el descenso Alcanzó justo la decena para colarse en su único 'play off', en 2012

El play off de ascenso a Primera está más barato que nunca en su cuarta campaña de existencia. Y eso permite al CCF seguir aspirando a entrar en la postemporada a pesar de encarar las últimas seis jornadas del campeonato con sólo 50 puntos. Sin embargo, para que el sueño pueda convertirse en realidad, los blanquiverdes no sólo deben dar un paso al frente respecto a lo hecho hasta la fecha -su desventaja con los rivales directos es de dos puntos-, sino calcar sus mejores rectas finales de liga en la categoría de plata. Porque la proyección de los equipos que le anteceden en la tabla indica que la fronterá estará más allá de los 60 tantos, lo que obliga al cuadro de Albert Ferrer a mantener una línea de puntuación similar a la de las últimas cinco fechas, muy superior a la media de todo el curso e, incluso, a la lograda con el catalán al mando. Pero eso no ha sido fácil históricamente. De hecho, desde el ascenso del 99, el conjunto blanquiverde apenas ha superado la decena de puntos en tres ocasiones, y todas bajo un denominador común: luchaba por escapar de la quema del descenso. Otra vez más alcanzó justo la decena y fue hace dos años para certificar su presencia en la promoción que luego abortó el Valladolid. Aún así, repetir un sprint así posiblemente lo dejaría fuera de los seis mejores.

Desde aquella campaña 99-00 de regreso al profesionalismo, al Córdoba se le ha atragantado tradicionalmente el final de liga. Y eso que la mayoría de las veces ha llegado al mismo jugándose algo. De hecho, sólo en las dos primeras temporadas y en la última llegó a las últimas seis jornadas del torneo con todo el pescado vendido. Como no podía ser de otra forma, éstas fueron tres de las cuatro con peor puntuación.

La más pobre de todas fue, sin lugar a dudas, la pasada. El relevo de Esnáider por Berges perdió todo efecto a las primeras de cambio y, con la fase de ascenso imposible y la permanencia en el bolsillo, el CCF sólo fue capaz de sumar cuatro de 18 puntos finales, con un único triunfo en el feudo del colista Xerez, que descendió matemáticamente con aquel 1-3. El siguiente balance más escaso se produjo en el ejercicio 00-01, otra vez con una sola victoria y un total de cinco tantos que no emborronaron nada, algo que sí pasó el último año bajo la dirección de Lucas Alcaraz. Entonces, la plantilla se descentró con el lío de la venta y sólo consiguió seis, lo que impidió sellar la salvación de forma matemática hasta la penúltima fecha (2-0 a Las Palmas).

Porque el aterrizaje en Segunda tras la larguísima travesía por el desierto fue relativamente plácido. Tanto que en aquella primera campaña tras el cartagenazo, el Córdoba llegó a las seis últimas fechas también con la salvación amarrada. Al final, sumó 7 de 18 con dos triunfos, una cifra que casualmente se ha convertido en la más habitual desde entonces, ya que en otras tres ocasiones fue alcanzada por los blanquiverdes.

Eso ocurrió de forma consecutiva entre 2001 y 2003. La primera, la permanencia se agarró tras batir al Eibar (2-1) en la penúltima fecha; la segunda fue bastante más dramática, pues el último de esos siete tantos cayó al zurró sobre la bocina aquella tarde en Getafe. La última que el sprint final aportó esa cifra (7) al CCF fue en el estreno en el banquillo de Alcaraz, gracias a dos últimas alegrías con el Real Unión (4-0), que cerró la agonía clasificatoria, y el Castellón (0-1), en la despedida orellut al fútbol profesional.

Tampoco es ejemplo válido para esta campaña lo ocurrido en el curso 03-04, cuando sólo los pírricos triunfos sobre el Elche (1-0) y el Leganés (0-1) con Pedrito en el banquillo relanzaron la marca hasta los ocho tantos y sellaron una de las salvaciones más agónicas que se recuerdan en el club.

De los doce últimos campeonatos jugados por el Córdoba en Segunda, un tercio ofrecen una cifra en estas seis jornadas finales que permitirían estar en la pelea por el play off hasta el final y, por qué no, disputarlo. La más pobre es, curiosamente, la de mejor recuerdo. Los diez puntos sumados por el equipo de Paco hace dos años permitieron jugar la postemporada. Eso sí, todo gracias a esa especie de biscotto con el Celta en la última jornada -el 0-0 servía a los dos para certificar sus respectivos objetivos- que dejó con un palmo de narices al Almería y dio a los blanquiverdes su mejor clasificación reciente: sexto (71 puntos).

Las tres mejores puntuaciones, las que pasaron de la decena, se produjeron con el equipo peleando por evitar la caída de nuevo al pozo de la Segunda B, aunque en una de ellas la proeza fue imposible. En el curso 08-09 que arrancó José González y terminó Juan Luna Eslava, los blanquiverdes se fueron hasta los 12 tantos fruto de cuatro victorias, tres de ellas consecutivas -la última por goleada a Las Palmas (4-1) que resultó definitiva a tres fechas de la conclusión del campeonato- tras un 5-0 en Vallecas que sirvió de revulsivo para el equipo.

Pero aún hay dos cifras mejores que multiplicarían las opciones de este CCF de jugar las eliminatorias por el ascenso a Primera División. En ambas, el cuadro blanquiverde se fue hasta los 13 tantos, curiosamente la proyección a la que lo dispararía ahora la racha de las últimas cinco jornadas. Esa cifra, con los 50 actuales, darían un total de 63 que, vista la irregularidad de todos los aspirantes, podría resultar suficiente.

Esos dos mejores sprint finales tuvieron distinto final. El primero llegó en la campaña de trágico cincuentenariazo. El Córdoba estaba cerca de obrar un milagro de dimensiones espectaculares con tres triunfos y un empate consecutivos, pero la derrota en casa a manos del Valladolid (3-4) condenó al cuadro que entonces dirigía Juan Carlos Rodríguez a Segunda B, haciendo inútil el triunfo postrero en el Heliodoro (0-2).

Mucho mejor epílogo firmaron los cordobesistas en el curso de la vuelta a la categoría de plata. Con José en el banquillo tras el primer adiós de Paco Jémez, el CCF llegó con opciones de permanencia a la última jornada gracias a cuatro alegrías en cinco fechas. En una tarde de transistores a caballo entre Anoeta y el Rico Pérez de Alicante, un gol de Julio Pineda pareció dejar en Segunda al cuadro cordobesista, aunque no fue hasta que Abraham Paz falló un penalti a favor del Cádiz en el alarguer cuando la alegría del cordobesismo explotó a orillas del Cantábrico. Una hemorragia de felicidad y satisfacción que seguramente sería igual si en estas seis jornadas que restan para que la liga regular eche el telón el bloque de Ferrer es capaz de mantener la dinámica del último mes y sella su presencia en la lucha por el ascenso a la élite.

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