Sólo una leyenda puede con el Cajasur Priego

La conciencia del Cajasur Priego debe estar muy tranquila tras perder la final ante el Cajagranada. Que los prieguenses hayan vuelto a tropezar otra vez en la misma piedra no es un demérito, sino un nuevo capítulo en la lucha de David contra Goliat, del club familiar que lucha ante uno de los gigantes del tenis de mesa continental.

Porque a medida que el Cajasur crecía para hacerse más fuerte en la Superdivisión, el Cajagranada iba un paso por delante. Cuando en Priego se soñaba con aspirar a la Liga, el club nazarí se lanzó a la conquista de Europa, tirando de talonario para armar un equipo capaz de aspirar a la Liga de Campeones. Ésa es la diferencia.

Porque el club presidido por Roberto Casares es el dominador absoluto de las dos últimas décadas, en las que ha ganado 20 ligas consecutivas y 23 de los últimos 25 títulos. El conjunto granadino es el mejor equipo de la historia del tenis de mesa español. Pasan los años, las temporadas e incluso la décadas y continúan reinando, a pesar de los intentos de alguno de sus rivales -como el propio Cajasur o el Sanse en los últimos años- por evitar su dominio.

Con dos jugadores de la casa como Carlos y José Luis Machado y un único refuerzo foráneo -esta temporada el chino Wu Chi Chi-, el equipo de Priego ha plantado cara a un acorazado que tiene en plantilla al bielorruso Vladimir Samsonov (número 6 del mundo y 2 de Europa), Zhao Peng, Robert Gardos, He Zhi Wen -más de 20 años en el equipo- y el local Víctor Sánchez.

Ante eso, el Cajasur sólo puede aspirar a seguir peleando. El fichaje del rumano Constantin Cioti para la próxima temporada y la apuesta por un oriental de mayor nivel pueden dar un salto de calidad al equipo de Priego, aunque la apuesta pueda significar la salida de José Luis Machado. Con su hermano Carlos como estandarte y el soporte de una ingente labor de formación -la prieguense es la mejor cantera de España-, el Cajasur seguirá siendo el mejor equipo del país... si no fuera porque existe el Cajagranada.