El colombiano Mauricio Soler, rey de la montaña en la pasada edición del Tour, señaló tras finalizar la etapa contrarreloj de Cholet que a pesar del dolor en la mano derecha, en la que sufrió una fractura de muñeca en la primera etapa, y de las "malas sensaciones" tratará de llegar a París.

"Me duele bastante la mano. Salí a hacer la contrarreloj para ver la evolución del dolor. Hoy el trabajo se hacía solo, sin mucho riesgo, pero vamos a ver mañana si puedo frenar. Así es difícil continuar, pero trataré de llegar a París", aseguró el jefe de filas del equipo Barloworld.

Soler admitió haber tenido "malas sensaciones" en los 29,5 kilómetros de recorrido de la contrarreloj, ya que con ambas manos le resulta complicado hacer un esfuerzo al máximo, según indicó. "Vine al Tour con la ilusión de luchar por el maillot de la montaña y también por el podio, pero este año todo sale mal. Espero recuperarme e intentar hacer algo importante", comentó Soler.

El equipo Barloworld acordó delegar en el corredor la decisión de seguir o no en la carrera. "De momento habrá que ver la evolución de la mano día a día", dijo. El colombiano sufrió una caída a falta de menos de 10 kilómetros para que concluyera la primera etapa del Tour disputada entre Brest y Plumelec. Soler, de 25 años, ha tirado de su orgullo para mantenerse en una carrera en la que sueña con revalidar el título de mejor escalador y con ganar una etapa, algo que ya consiguió el año pasado en su primera participación en las carreteras francesas. El colombiano tomó ayer la salida de la etapa contrarreloj con una fractura compuesta del piramidal de la muñeca derecha, por lo que fue duda hasta última hora para disputar la etapa. La caída que sufrió le hizo resentirse de otra lesión de muñeca que ya le obligó a retirarse del pasado Giro de Italia, donde también fue al suelo. Los problemas que sufre en la articulación le impiden manejar la bicicleta con normalidad, lo que le ha llevado a ceder casi quince minutos en la clasificación general. Pero sigue ahí.