Liga adelante

Simbolismo al poder (1-1)

  • El CCF sigue en tierra de nadie tras no pasar del empate con un gol de Arteaga en el 88' · Fede Vico, debutante a sus 16 años, encarna la esperanza de ver algo diferente en la segunda vuelta

Ganar suponía mirar hacia arriba, perder implicaba enquistarse abajo... En el primero de dos partidos consecutivos en casa que debían marcar una tendencia, el Córdoba no pasó del empate, salvado por Arteaga ya en el minuto 88 tras un traicionero gol de una bestia negra llamada Kiko Ratón, ante el Girona. O sea, la indeterminación propia del club, que sigue pendiente del traspaso definitivo de las acciones de José Romero en beneficio de Víctor de Aldama o vaya usted a saber quién, se traslada a un equipo que alcanza el ecuador del campeonato con 25 puntos, a cinco del play off y a tres del descenso. O sea, la mitad de la cifra que teóricamente garantiza la permanencia. Una cantidad simbólica. Y hablando de símbolos, ya está aquí Fede Vico, un chaval de 16 años que ayer debutó con el primer equipo blanquiverde con apenas cuatro entrenamientos con sus nuevos compañeros. Aire fresco para una segunda vuelta con demasiados interrogantes en el horizonte.

El mismo once titular de Las Palmas volcó el juego sobre el portal de Santamaría desde el principio. Mandando. No le ayudaba el césped, con calvas alarmantes en el centro del campo y mucha arena en las áreas pequeñas; pero si no hay dinero para pagar a los jugadores, imagínense para tratar la hierba. Los dos arietes trajeron de cabeza a sus marcadores en el inicio: Oriol Riera dejó en buena posición a Arteaga al peinar un centro desde la derecha, remató alto un córner y trazó un magnífico eslalon en diagonal, al tiempo que Despotovic, en fuera de juego, probó a Alberto García a bocajarro.

El Girona no tardó en aplicar su política de toque, con Jandro como bisagra. Incluso empezando desde el portero. El CCF lo contrarrestaba presionando muy arriba. Arteaga, con Jonathan Sesma cerca, estaba más participativo y atinado que Juanmi Callejón, el asistente creciente. El trabajo por las alas no iba a más por las dudas ofensivas de los laterales, David de Coz y Camille.

Jorge Luque y Jandro fueron los primeros y a la postre únicos amonestados, ambos por cortar sendos contragolpes. La amarilla del cordobesista era evitable, pues había cinco compañeros por detrás del balón, al tiempo que el faro visitante frenó a Sesma bruscamente. Ya por entonces, al cuarto de hora, el Girona apretaba, buscando a Moha en la izquierda, y el Córdoba replicaba a la contra, con Arteaga y Sesma como puñales. Un juego siniestro.

Recién cumplido el primer cuarto de partido, Santamaría se lució al desviar a córner un zurdazo cruzado de Oriol. El de Vic también expuso sus virtudes en una maniobra con apertura a Arteaga, quien se perfiló hacia su perfil malo y lanzó al centro con la diestra. Ambos se asociaron luego, con centro del sevillano y cabezazo en posición forzada del catalán, tras un gran cambio de juego de Richy. Jorge Luque también obligó al portero a blocar un disparo lejano. El equipo trataba de sacudirse el dominio de un contrincante que combinaba más, con el pivote Marcos Tébar incrustado atrás para dar salida, a la espera de que Jandro realizara algún truco. Ajeno a la magia se mostraba Richy, que crece y crece cortando y jugando en largo con destreza.

El sector más animoso de la afición estaba más preocupado de cantar con sorna que de jalear. Con Luque intentando inventar, pero sin acabar de verlo claro, El Arcángel se vino arriba con dos acciones seguidas al filo del descanso: un mal centro de Arteaga con Riera y Jonathan a la expectativa y un tiro ajustado del número 9 desde la frontal. Y, sobre todo, con un robo de Arteaga, que pasó de tacón a Sesma para que el centro de éste fuera cabeceado por Oriol no demasiado lejos del arco. Una jugada frenética para reiterar que en el primer periodo unos habían acumulado posesión y otros, aproximaciones al área.

Un tiro blando de Chechu y un pase al hueco de Arteaga hacia Jonathan Sesma interrumpido por la zaga in extremis inauguraron la segunda parte, con Javi Flores, Charles y Cabrera calentando. Callejón amenazaba con aparecer más, pero seguía careciendo de precisión. Era más fiable el costado izquierdo, y por ahí se coordinaron Arteaga y Sesma por enésima vez para que el segundo acabara voleando a las nubes. En el 55' llegó un acercamiento más nítido con los mismos protagonistas: condujo el canario, centró Juanmi y el hispalense, tras controlar en el punto de penalti, se topó con Serra a la hora de engatillar.

Jorge Luque tenía una amarilla y no estaba lúcido. El relevo por Javi Flores, que entró con división de opiniones en su reencuentro con El Arcángel, estaba cantado. El Girona había desaparecido, más allá de disparos puntuales de Dorca o Moha, y el Córdoba continuaba achuchando. Así cayó otro centro de Callejón y otro testarazo fallido de Oriol, quien tuvo que ser atendido por una brecha. El vendaje y el obligado cambio de camiseta y pantalón por la sangre dejaron a los locales con uno menos durante cuatro minutos.

El percance despertó al Girona, que recuperó las riendas ya con Borja Sánchez en la derecha. La única pifia de Richy obligó a David de Coz, que estaba sufriendo en su duelo particular, a esforzarse para taponar un chut de Moha. Alcaraz sacó a Charles en detrimento de Callejón en su afán por invertir la dinámica.

Jonathan, reubicado como interior izquierdo con Arteaga en el otro lado, se dispuso a asistir. Su primer centro bueno fue cabeceado por Charles un metro por encima del larguero. Agné hizo otro retoque similar, delantero (Kiko Ratón) por interior (Moha), en un momento crucial del partido. Se acortaba el margen para romper el empate.

Riera la tuvo en una falta de entendimiento entre Santamaría y Tortolero, pero su volea, con la portería desguarnecida, se marchó fuera. Javi Flores tenía la llave ante un rival cerradito atrás y que sacó petróleo de una acción a balón parado, un saque de esquina remachado por Kiko Ratón, a apenas diez minutos para el final.

Sin más puntas a su disposición, Lucas recurrió al juvenil Fede Vico, que en su debut en Segunda reemplazó a un renqueante Jonathan Sesma. El Córdoba, aturdido, se lanzó a la desesperada, y el propio Fede estuvo a punto de cazar un centro potente de De Coz. La insistencia, con más corazón que cabeza, dio para rescatar el punto 25 en la clausura de la primera vuelta gracias a un latigazo de Arteaga desde la corona del área. Y pudo ser mucho mejor, el éxtasis, porque la serie de rebotes tras el último córner cayó en los dominios de Vico, cuyo zurdazo fue a parar a algún emocionado hincha del Fondo Norte. Esa tentativa estéril de un niño de 16 años significó un desenlace simbólico a más no poder.

Ficha técnica:

1 - Córdoba CF: Alberto García, De Coz, Richy, Agus, Camille; Callejón (Charles, m. 68), Alberto Aguilar, Jorge Luque (Javi Flores, m. 56), Arteaga; Jonathan (Fede, m. 84) y Oriol Riera.

1 - Girona: Santamaría, José, Serra, Tortolero, Migue; Chechu (Borja, m. 60), Marcos Tébar, Dorca, Moha (Kiko Ratón, m. 73); Jandro (Ángel, m. 91) y Despotovic.

Goles: 0-1, m. 80: Kiko Ratón; 1-1, m. 88: Arteaga.

Árbitro: Ocón Arraiz (comité riojano). Mostró tarjeta amarilla al cordobesista Jorge Luque y al visitante Jandro.

Incidencias: Partido de la vigésimo primera jornada de Segunda, disputado en El Arcángel, con terreno de juego en malas condiciones, ante unos 7.666 espectadores.

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