Sandoval celebró el ascenso del Rayo Vallecano… en Pozoblanco

Emilio Gómez / POZOBLANCO

José Ramón Sandoval es un tarugo más. Así se define el entrenador del Rayo Vallecano, que celebró el pasado sábado en Pozoblanco su ascenso particular a Primera División con su familia y amigos vallesanos, que son muchos. "Mi mujer es de Pozoblanco y desde hace muchísimos años vengo a Pozoblanco siempre que tengo unos días de vacaciones. He hecho muchos amigos y me considero un tarugo de corazón", manifestó el hombre que ha devuelto al conjunto vallecano a la elite del fútbol español.

El entrenador rayista congregó a más de cincuenta amigos, que pasaron casi todo el día juntos: "Mi suegro, sus amigos, mis amigos hemos celebrado el ascenso a Primera aquí en mi tierra de Pozoblanco, con la gente que me quiere de verdad. Me han preparado el Salón Capri con bufandas, camisetas del Rayo, fotos y una tarta con mi foto".

Sandoval anunció que traerá al Rayo este verano a la que considera su casa. "Mi idea es venir, pues equipo que he traído a Pozoblanco, equipo que ha ascendido. Para mí es mi Pozoblanco el talismán de mi carrera deportiva y así lo he expresado siempre. Este año habrá que cuadrar fechas, pues en pretemporada estaremos en Francia, Inglaterra y, posiblemente, en Asia", explicó.

El entrenador no ocultó la ilusión de entrenar un día al Córdobae, el club más representativo de la provincia. "Mi amor por el Córdoba nace cuando venía los veranos a la casa de mi novia -ahora esposa- a Pozoblanco. Siempre me ilusionaba ver al Córdoba en el Trofeo Ciudad de Pozoblanco y siempre decía que un día me gustaría entrenarlo; le tengo mucho cariño a ese equipo", continuó.

Sobre su ascensión como técnico, Sandoval manifestó que "llegar a Primera sin haber sido jugador profesional es muy difícil. Yo he dirigido a niños en campos de tierra, he pintado las rayas del campo, he inflado balones y he hecho de árbitro, pero me siento orgulloso de haber pasado por esas etapas".

A pesar de la distancia y unas más que merecidas vacaciones, el preparador rayista no descuida los pormenores de su equipo: "Estamos trabajando mucho, pues nos hemos quedado con sólo diez jugadores. Hay poco dinero, pero tenemos una gran afición y mucha pasión". Con esos ingredientes ya ha logrado el ascenso a Primera en su primera temporada con el primer equipo, lo que le ha servido para prolongar su contrato un año más.