Sabor cordobés en la élite

Hace cinco años que el fútbol sala de élite masculino se despidió de Córdoba con la desaparición del Grupo Pinar Adecor. El club azulino, que había sido creado en 1987 en el Colegio Público Andalucía del Sector Sur, fue creciendo a un ritmo vertiginoso hasta que sus mayores logros se convirtieron en sus peores lastres.

El conjunto cordobés llegó a disputar dos fases de ascenso a la máxima categoría del fútbol sala español. La primera de ellas ocurrió en la temporada 04-05, cuando el Bilbo apartó al Adecor de tocar la gloria. Un año después, y también con Bruno García en el banquillo, fue el Barcelona el que logró el ansiado ascenso a costa de un combinado azulino que comenzó a cavarse su propia tumba. Esa eliminatoria reunió en Vista Alegre a más de 3.000 espectadores que soñaban con ver a un equipo cordobés codeándose con los mejores.

De la desaparición del Adecor ya ha pasado un lustro, pero su herencia sigue vigente en Primera División -antes División de Honor-: el fútbol sala es el deporte que cuenta con más cordobeses compitiendo en la máxima categoría. Un total de siete jugadores militan entre los 16 mejores equipos del país. Así, no sería descabellado pensar que el futuro deportivo del Adecor estaba en Primera, pero la situación económica no se encontraba a la altura de las circunstancias. La materia prima es exquisita, pero la estructura no es la adecuada, por lo que varios jugadores tuvieron que salir fuera para buscar lo que, desgraciadamente, no podían encontrar en Córdoba.

Del Adecor emigraron Lolo Urbano, Bebe y David Guerra -acaba de rescindir con el Azkar Lugo para incorporarse al Debabarrena vasco, que ha subido a Segunda-, Carlos Barrón y Andresito se formaron en el Adeval y Lolo Jarque salió del Modas Levante. De la provincia, Rafa López se pulió en la cantera del Boca Junior de Priego e Isi, en el Baenense. Todos poseedores de un talento cordobés y todos obligados a dejar su ciudad para poder triunfar.

Ocho grandes jugadores que podrían sembrar la base de un proyecto local en la máxima categoría nacional del fútbol sala. La calidad existe, pero el respaldo financiero hace inviable el propósito. En Córdoba habrá que esperar, y mucho, para poder ver a un equipo en Primera División. Ya se sabe que la base es buena; lo que falta es un deseo ambicioso y la estructura adecuada para que la idea, actualmente utópica, no se convierta en una quimera permanente.

CARLOS BARRÓN

Carlos Barrón Redondo (1-10-87) consiguió llamar a las puertas de la selección española, pero la mala fortuna se cebó con el portero del Xacobeo Lobelle de Santiago: no pudo debutar en el IV Naciones, torneo para el que estaba citado, por sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Lesión que le impidió colocarse bajo los palos la pasada temporada pero que no le ha impedido renovar con el club gallego. Se dispone a comenzar su cuarta campaña en el Lobelle después de marcharse del Adeval en 2005 para recalar en el Universidad Europea, donde militó una temporada, al igual que en el Mifesa Timón y en el Boadilla Las Rozas. De ahí dio el salto a Galicia para jugar en la División de Honor.

RAFA LÓPEZ

Tras dos temporadas en el Azkar Lugo, Rafael López Expósito (21-7-89) se marcha al Marfil Santa Coloma para emprender una nueva etapa en Primera División. El prieguense comenzó su andadura en el fútbol sala en el Boca Junior de su localidad natal y permaneció dos años en la plantilla del Bujalance antes de hacer las maletas.

LOLO JARQUE

Manuel Jarque Moral, de 22 años, desembarca esta temporada en la máxima categoría procedente del Arcebansa Zamora, de la División de Plata. Al conjunto castellano-leonés llegó del Bujalance, y tan sólo un curso en Segunda le ha bastado para que el Marfil Santa Coloma quisiera hacerse con sus servicios. En el club catalán compartirá vestuario con un conocido, su paisano Rafa López.

ISI

El baenense Isidoro Garrido Luque (20-12-83) fichó el año pasado por el Triman Navarra tras permanecer dos temporadas en el Gestesa Guadalajara. Y ahí sigue. Antes formó parte del León y del Berin, permaneciendo una campaña en cada uno de ellos. Después, en 2004, aterrizó en el Bujalance, donde cerró su etapa en 2008; aquel año se comprometió con el Guadalajara para participar en la antigua División de Honor.

ANDRESITO

Andrés Alcántara Prieto (23-3-91) jugó cedido por el Reale Cartagena en el Ribera Navarra, con el que consiguió subir a Primera División, el año pasado. Esta temporada continuará en la misma entidad, ya que ha llegado a un acuerdo para ser traspasado. A pesar de su corta edad (20 años), el canterano del Grupo Pinar Adecor ya ha militado en varios equipos. Dos años en el Lui Moda Aquasierra Elefrío le sirvieron para llamar la atención del Reale Cartagena, que lo contrató en 2009. El cordobés jugó un año a orillas del mar Mediterráneo, hasta que el Ríos Renovables Ribera Navarra consiguió que el club murciano se lo prestara.

BEBE

Rafael García Aguilera (28-5-90) ha vivido una situación similar a la de Andresito. Bebe, formado en el Adecor, pertenece a El Pozo Murcia, que fomentó su progresión la pasada campaña con una cesión al Cartagena. Su buena temporada le sirvió para convertirse en internacional sub 21. El periodo de cesión ha expirado y vuelve al poderoso equipo de la capital murciana, pero ya con ficha de la primera plantilla; en su anterior etapa pertenecía al filial.

LOLO

Manuel Urbano Cañete (7-11-87) seguirá en el Benicarló para emprender su quinta temporada en la provincia de Castellón. Es el jugador con la situación más estable, puesto que va a cumplir un lustro en la Comunidad Valenciana. No obstante, no por ello ha tenido un camino de rosas, pues para llegar a esta situación ha tenido que trabajar mucho. Salió del Adecor en 2006 para vivir una temporada en las Islas Baleares. Su buena campaña en el Ibi le catapultó hacia el Benicarló, en el que, con su veteranía, ya es un peso pesado del vestuario.

DAVID GUERRA

En el Azkar Lugo, donde recaló procedente del Villafranca, se encontraba hasta hace muy poco David Guerra Tirado (11-12-86). El ala estuvo a las órdenes del que fue su entrenador en el Adecor, Bruno García, quien acaba de marcharse al Oxipharma Granada (Segunda). Por su parte, Guerra desembarca en Éibar al vincularse al Debabarrena, también recién ascendido a la categoría de plata.