El Rico Pérez, tan maldito como bendito

El Córdoba perdió el año pasado en el Rico Pérez mucho menos de lo que ganó. Probablemente, saldó toda la deuda histórica que tenía con el feudo herculano gracias a un bendito poste.

Porque, hasta el 15 de junio pasado, Alicante sólo evocaba pesadillas. La más reciente, la sufrida tres meses antes. Allí, Paco Jémez vivió su último partido desde el banquillo como entrenador del Córdoba. La derrota -2-1, goles de Bechan, Jaume y Javi Moreno- hizo retractarse a Rafael Campanero, quien había confirmado al cordobés en su puesto hasta el final de temporada sólo unos días antes.

Al final de esa misma campaña (pero al final del final), Abraham Paz (hoy en el equipo albiazul) falló un penalti para el Cádiz sobre el mismo verde. Un palo llevó al delirio a una afición que ya se resignaba a su (mala) suerte.

Demasiados recuerdos para los 25 años que había pasado el Córdoba sin coincidir con el Hércules en una misma categoría. Antes de aquello, una única victoria. Fue en la tercera fecha del curso 1961-62. Aquel fue el primer triunfo a domicilio en el inolvidable año del primer ascenso a Primera.

El resto, sinsabores en mayor o menor medida. Los dos primeros envites, hace ya medio siglo, se saldaron con victorias locales (2-1, en la 56-57; y 1-0, en la 57-58). El empate de la 58-59 en la última jornada permitió eludir definitivamente el descenso, después de un espectacular tramo final (el Córdoba marchaba antepenúltimo y acabó octavo). De paso, condenó a los locales al descenso a Tercera.

Precisamente el entrenador que subió a los alicantinos a Segunda el año siguiente, Álvaro Pérez, fue el elegido por la directiva de Cruz Conde para suplir a Roque Olsen (sancionado un año por dirigir al equipo sin título). Ni eso impidió que en la segunda jornada el Hércules derrotara (1-0) a una escuadra confeccionada para promocionar a Primera.

El único encuentro celebrado en la máxima categoría tuvo lugar en el ejercicio 1966-67. Empate. Cuatro años más tarde volvieron a coincidir en Segunda. En Alicante empate (2-2) -el equipo blanquiverde tuvo el honor de disputar el último encuentro oficial celebrado en el campo de La Viña- y en Córdoba... la victoria local 2-1 garantizó el último ascenso a la elite.