El Pozoalbense cuajó uno de los mejores partidos de la temporada y se dio el gustazo de golear al Villarreal -equipo que ya hace semanas que consiguió el ascenso a la máxima categoría- en su feudo. Las chicas entrenadas por Manuel Fernández llevaron a la práctica de manera perfecta el planteamiento de su técnico, que buscó sorprender al contragolpe a las amarillas, con un resultado inmejorable.

Ya en los primeros compases, el Pozoalbense logró rentabilizar su mejor inicio de partido. A los cinco minutos, Naomie Vagre recepcionó un balón en largo y habilitó a la perfección a Nora de Torres, que dejó atrás a la meta local y empujó el balón a la red. El Villarreal respondió con furia a ese primer gol de las pozoalbenses y niveló el marcador a los nueve minutos, gracias a la velocidad de Rubí Soto, que superó a Sana y batió a Ana de Murga con facilidad.

Fue el único despiste defensivo de un Pozoalbense muy metido en el partido, que volvió a adelantarse por medio de Rocío. La defensora del conjunto vallesano cazó un balón suelto en el área del Villarreal para poner a su equipo en franquía. Gracias al trabajo en el centro del campo, las de Manuel Fernández lograron controlar a su rival, que se mostró falto de ideas.

Antes del descanso, el Pozoalbense iba a ampliar su renta, gracias a otro balón a la espalda de la defensa castellonense que aprovechó Natalia Montilla para dejar atrás a su par y superar por bajo a Elena de Toro.

Tras una primera parte brillante, el conjunto vallesano se plantó bien en el segundo tiempo, sin conceder nada a su rival e imponiendo su intensidad en cada disputa de balón, esperando el momento adecuado para dar el zarpazo definitivo.

El Villarreal se desesperó intentando acortar distancias y empezó a asumir riesgos, sin encontrar rédito a su apuesta. Las ocasiones más claras las siguió poniendo el Pozoalbense, siempre atento para salir a la contra. En una de esas, Bruna Tavares se plantó ante Elena de Toro y su remate lo sacó una defensa antes de que se colara. La brasileño no tuvo tiempo ni de lamentarse, pues acto seguido volvió a ganar la espalda de la defensa y, esta vez sí, consiguió marcar. A partir de entonces, el Villarreal bajó los brazos y el Pozoalbense aseguró una victoria de prestigio antes de despedir la temporada en casa.