Fue un partido abierto entre dos buenos equipos, otra tarde de fútbol auténtico a la vera del Guadalquivir. El Córdoba llevó la iniciativa ante el Elche y, a pesar de verse por debajo en el marcador, no se descompuso. Paco Jémez arriesgó en pos del empate con tres atrás y renunció a la temeridad de encuentros precedentes al recomponer la zaga a raíz del 1-1. La victoria a los puntos no vale y el conjunto blanquiverde cosechó su octavo empate en 15 jornadas.

Defensa

Dani reaparecía tras perderse la cita en Las Palmas y no pasó una buena tarde. José Vega le buscó las cosquillas y provocó el córner que dio pie al 0-1. En esa acción volvió a reproducirse un mal endémico: no fijar las marcas. Samuel cabeceó sin oposición en la frontal del área pequeña. La cosa no quedó ahí, ya que el propio Samuel calcó la jugada en el 68'. La única diferencia es que esta vez no remató con precisión.

El Córdoba llevó la iniciativa en el primer periodo y controló con suficiencia las contras del Elche, incluso a partir del minuto 20, cuando Acciari quedó condicionado por una amarilla. Miguel era un islote y sólo Raúl Martín y José Vega inquietaron en intervenciones esporádicas. De hecho, las ocasiones más claras de los visitantes llegaron a través de sendos golpes francos lejanos de Iago y Pere Martí.

Paco se la jugó durante tres minutos al ordenar una defensa de tres. El empate de Asen recondujo el plan del técnico, que renovó la línea de cuatro al retrasar la posición de Acciari. Con Katxorro como pivote único, el Córdoba perdió presencia en la zona ancha y sufrió algunas transiciones del rival. José Vega, tras recibir una apertura de Calderón y marcharse de Dani, tuvo el 1-2 en sus botas a cinco minutos del final.

Ataque

Otra comparecencia en El Arcángel y otra sesión de dominio con escaso premio. Paco Jémez empezó confiando en Arteaga y Juanlu como elementos desequilibrantes por las bandas y ambos trataron de hallar resquicios en la retaguardia ilicitana, profundizando e intercambiando sus posiciones para esquivar la vigilancia. No obstante, pudieron hacer más daño, sobre todo teniendo en cuenta que el lateral izquierdo visitante, Raúl Fuster, estuvo amonestado desde el 14'.

El Córdoba gozó de tres oportunidades reseñables en el primer acto. Cuatro minutos después del tanto inicial, Acciari no llegó a conectar un testarazo cantado en una falta botada por Arteaga. En el arreón previo al receso, Javi Moreno estuvo cerca de castigar la arriesgada propuesta de su adversario -David Vidal dispuso una zaga muy adelantada- cuando se plantó solo ante Caballero, mientras que Pierini, ya en el descuento, se topó con el portero argentino tras cazar un rebote en un balón colgado por Dani.

El asedio continuó después del paso por los vestuarios. En apenas diez minutos, Arteaga, Javi Moreno e Ito probaron fortuna desde media distancia. La pelota era netamente blanquiverde y Pere Martí, el ancla del Elche, se desesperaba al verse desbordado y no poder administrar la posesión.

Paco quiso modular la avalancha con Katxorro, sustituto de Ito. Y echó más leña a la hoguera al sacrificar a un central, Pierini, para meter a otro delantero, Arthuro. El 3-4-3 apenas duró tres minutos, los que transcurrieron entre el relevo del italiano y la diana de Asen. Con un 4-4-2 en rombo como dibujo de ahí al final, Asen rozó el triunfo con una vaselina en la última jugada del duelo. A su toque sutil le sobró una pizca de potencia para poner el estadio a sus pies. Al derecho, concretamente.

Virtudes

El cordobesismo puede presumir de un equipo que lo da todo. Después del rapapolvo de Gran Canaria -la falta de tensión fue evidente y generalizada-, ayer todos los seleccionados se dejaron la piel sobre el césped, y por ello varios terminaron con molestias musculares. El Arcángel está viendo fútbol del bueno esta campaña.

Talón de aquiles

La falta de contundencia en los marcajes está pasando factura al Córdoba, que ayer encajó otro gol en un córner. Una semana más, la falta de pegada frustró un triunfo que habría catapultado a los blanquiverdes en la tabla.