Oro puro en el Coliseum en un derbi de equipos enrachados

La novena jornada de Liga, con la disputa ayer del clásico, pondrá en juego más que tres puntos para el Atlético de Madrid en su visita a Getafe, porque un triunfo no sólo lo afianzaría en la zona alta de la tabla, sino que le permitiría reducir distancias.

El conjunto rojiblanco se presenta con un aviso reciente en la memoria, el 3-1 con el que perdió en Mestalla, y con una trayectoria irregular a domicilio -dos victorias, dos empates y dos derrotas-, pero rearmado por sus dos últimos resultados.

Enfrente, el Getafe afronta el choque con cierta tranquilidad, después de la victoria lograda en Anoeta (1-2) que lo ha alejado del descenso y ha asentado en la zona media de la tabla.

Lo más importante para el Getafe es que parece haber encontrado un estilo de juego con el que siente cómodo y que en los últimos tres partidos (Real Sociedad, Córdoba y Málaga) le ha permitido sumar siete puntos de nueve posibles, dejar la portería a cero en una ocasión y reencontrarse con el gol.