Mimos para Abel Gómez

Rafa Berges quiere implicar al máximo a un jugador que debe ser importante en los logros de este CCF · Tras dar el paso de dejarlo en el banquillo, suele ser su primera opción de refresco

Abel Gómez charla con Rafa Berges.
Abel Gómez charla con Rafa Berges.
Cisco López / Córdoba

09 de octubre 2012 - 05:02

Berges sabe que Abel Gómez debe ser una pieza importantísima dentro de este Córdoba. Como futbolista que ha sido, el técnico es consciente de que el sevillano no lo está pasando bien. El peso de ser considerado como uno de los abanderados del proyecto ha podido jugar en su contra en este primer tramo de la temporada, en el que en las últimas semanas ha pasado de ser titular indiscutible a uno de los habituales en el banquillo. Ahora más que nunca es cuando el futbolista debe estar arropado, para mantener su confianza intacta y su juego pueda crecer de la mano del equipo. Eso lo sabe mejor que nadie el preparador cordobés, que es consciente de que tiene que mimarlo en estos duros momentos.

Ayer, en la sesión de recuperación que finalmente se desarrolló en El Arcángel -estaba prevista en la Ciudad Deportiva, pero el mal estado del césped frenó la primera intención del cuerpo técnico-, Rafa Berges aprovechó para charlar durante varios minutos en solitario con Abel. Quiere hacerle sentir importante, hacerle ver que tiene que dar un paso más para volver a tener peso específico en el equipo. Espera un cambio de actitud que ya se vislumbró en el duelo ante el Barcelona B, cuando el mediocentro aportó trabajo sin balón y sacrificio para mantener la ventaja en el tramo final del partido. Un papel diferente al que estaba llamado a jugar un hombre cuya aportación más importante debe llegar cuando el equipo tenga la posesión. Un primer giro que invita al optimismo de cara al futuro más próximo. De momento, con el buen rendimiento del 4-4-2 ante el filial azulgrana y con Carlos Caballero en un buen momento de forma, Almería sólo aparece como una estación de paso en su resurrección. A menos que el madrileño no consiga superar sus dolencias en el pubis.

"Yo soy el primero que no estoy contento con mi rendimiento. Me está costando más de lo que esperaba. Soy autocrítico y sé que debo dar mucho más". Abel no se escondió hace unas semanas, tras ser relevado por primera vez en Alcorcón. Hasta entonces lo había jugado todo a pesar de estar lejos de su mejor versión. En la siguiente cita ante el Girona fue suplente por vez primera. Él entendió la situación a la perfección y quizás fue el primer sorprendido al verse de nuevo titular en Villarreal. La cosa no salió bien, por lo que ante el Barcelona B volvió a empezar en el banquillo.

Con todo, el ex del Granada ha acabado jugando siempre. Porque suele estar entre los elegidos por el técnico, que lo tiene como su primera opción para refrescar el encuentro en la segunda mitad. Es la única forma de recuperarlo. Haciéndole ver que lo de ahora es circunstancial y que muy pronto tornará en aplausos los murmullos de una parte de la afición que no acaba de ver lo acertado de su fichaje. El jugador, por ahora, está tranquilo. Entre otras cosas porque es el primero que no está nada conforme con su aportación al equipo en este inicio del campeonato.

Pero la experiencia le dice que la carrera es muy larga y el tren parará otra vez delante de su puerta. El año pasado, sin ir más lejos, no empezó tampoco bien en el Granada y al final acumuló más de 30 citas y 1.500 minutos en Primera. Parece difícil que se le haya olvidado jugar a un hombre que tiene contrato hasta 2015. Quizás tampoco haya encontrado su sitio en una plantilla a la que le está costando arrancar y que al fin ofreció su mejor cara ante el Barcelona B. Un duelo que debe servir de punto de inflexión, tanto individual como colectivo. Y para eso se antoja necesario tener continuidad en Almería.

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