Desde Luque, municipio de la Subbética cordobesa, hasta la consagrada Santiago de Compostela, ocho amantes del deporte pondrán en marcha el próximo 14 de julio el reto más exigente, gratificante y solidario de sus vidas. De Sur a Norte, los 1075 kilómetros que separan ambas localidades los atravesarán corriendo y sin detenerse ni un instante en un tiempo estimado de cinco días, hasta llegar a la meta el martes día 19 del mismo mes.

A través del Camino Mozárabe y la Vía de la Plata, estos ocho luqueños correrán día y noche sin parar hasta alcanzar la catedral de Santiago, y todo ello con el objetivo de recaudar fondos que irán destinados a la Fundación Uno entre cien mil, un referente a nivel nacional en la investigación de la leucemia infantil. "Es un reto importante que marcará un antes y un después en nuestras vidas", confiesa a el Día Antonio Cañete, uno de los corredores y, además, vicepresidente del Club Deportivo Abuchitextreme, entidad a la que representan los ocho deportistas organizadores.

En el recorrido, los atrevidos y altruistas Antonio Cañete Pajarito, Francisco Javier Urbano Rubio, Luis González, José A. Ordóñez, Miguel Ángel Carrillo Mili, Jesús Ortega, Juan Ortega y José María Olmedo pasarán por un total de 138 municipios, entre los que destacan ciudades emblemáticas como Córdoba, Mérida, Cáceres, Plasencia, Salamanca, Zamora y Orense.

De este desafío, sin duda, lo más sorprendente es que lo harán sin detenerse. Es decir, nunca se para de correr. Eso sí, no son máquinas para poder permitirse no relajar las piernas y coger fuerzas durante lo que dure el viaje a Santiago, porque eso es imposible, sino que irán turnándose por relevos. El recorrido lo realizarán de uno en uno y por trayectos de unos cinco kilómetros. Mientras uno corre, el resto descansa en la caravana que también continuará el camino hacia el Noroeste de España.

Corredores el reto y del CD Abuchitextreme.

Será en esos momentos cuando los corredores podrán asearse, cocinar y dormir, aunque entre que uno acaba y le vuelve a tocar, no tendrán más de tres horas para descansar. Ese es el mayor reto al que se enfrentan. Ni siquiera pararán por las noches, pues serán 24 horas sin cesar, aunque cuando el sol se esconda, a quien le toque correr le seguirá por detrás un compañero que irá sobre una bici de montaña en forma de apoyo, con el objetivo de evitar cualquier problema en la oscura nocturnidad del sendero.

"Nos estamos entrenando y machacando para alcanzar este reto físico y mental que contará con muchos factores, como el sueño o el cansancio diario. No conocemos a nadie que haya hecho este trayecto, que sería de buena ayuda, pero esperamos que salga bien, porque cuando lo planteamos, lo íbamos a hacer sin financiación, y ahora tenemos muchísimo apoyo y no hay marcha atrás", comenta el presidente del club y corredor, Francisco Javier Urbano.

La preparación para sobrepasar este desafío es fundamental. Por eso, estos ocho luqueños entrenan a diario completando trayectos de 15-20 kilómetros que, al menos una vez a la semana, hacen juntos porque por cuestiones de distancia no pueden juntarse todos los días. Cuando llegue el momento de la verdad, tendrán que sobreponerse al calor del verano, a todo tipo de obstáculos que se les pongan por el camino y a ese desgaste físico y mental que solo los grandes deportistas saben superar.

De este grupo de amigos al que tanto les une el deporte, al igual que el espíritu solidario, surgió esta maravillosa aunque extrema idea. Ocurrió en una de las habituales quedadas de los ocho amigos, quienes, en busca de retos llenos de motivación y como entidad sensible con las injusticias que es el CD Abuchitextreme, acordaron unir Luque con Santiago de Compostela y hacerlo, como padres que son, apoyando una lucha tan sacrificada como es la de la investigación contra el cáncer infantil.

Entrenamiento de varios de los corredores que irán a Santiago.

De hecho, ante esta bonita iniciativa, Luque está totalmente volcada y, pese a que todavía faltan cuatro meses para que arranque la aventura, ya se han recaudado más de 7.000 euros que irán destinados a la ayuda para la investigación del cáncer infantil. "Es increíble lo que el municipio se está volcando, porque cerca del 85% de las donaciones son de aquí", señala Antonio Cañete. El propio club Abuchitextreme, que lleva este nombre por el pico Abuchite de la localidad, se ha encargado de vender pulseras y camisetas (12 euros) y, como asegura Urbano, han recibido "apoyo desde el minuto uno".

Así, este club, que nació hace seis años en un Luque que "siempre es un pueblo solidario", sigue luchando por su sueño de unir deporte y solidaridad, y espera hacer historia con un desafío que se quedará para el recuerdo de toda la provincia de Córdoba, del atletismo nacional y, sobre todo, de esos niños que sufren leucemia y desde hace meses están recibiendo el mayor de los apoyos desde la Subbética cordobesa.