Lizio y Pepe, Zipi y Zape

Córdoba | CÁDIZ · informe técnico

El pichichi blanquiverde decanta un derbi parejo al culminar un jugadón del argentino, quien estrenó titularidad y junto a Dañobeitia imprimó una profundidad desconocida

Lizio aplaude a la grada tras ser sustituido.
Lizio aplaude a la grada tras ser sustituido.
Raúl Díaz / Córdoba

13 de febrero 2010 - 05:02

Pepe Díaz, quién si no. Con su décimo gol en esta Liga, tras una memorable jugada de Lizio, el delantero cordobés desatascó el duelo con el Cádiz y de paso rompió los números negativos que ya acumulaba el Córdoba en casa: casi tres meses sin ganar y cuatro partidos sin marcar. Fue un derbi intenso, de idas y venidas, en una noche fría. Para valientes. Para empezar, Lucas Alcaraz renovó las alas del centro del campo, con Dañobeitia en la derecha y Lizio en la izquierda en su primera titularidad -a la postre resultó fundamental-, al tiempo que Asen acompañó a Díaz en la delantera en detrimento de Juanjo.

DEFENSA

El Cádiz salió con su 4-2-3-1, pertrechado atrás, con el central Dani Fragoso como pivote. Básicamente se preocupó de mantener el orden y defender, aunque tuvo sus opciones en el primer tiempo, sobre todo cerca del descanso. Al principio, fueron los dos cordobesistas más veteranos los que le abrieron la puerta: Carpintero comprometió a sus compañeros al perder un balón en el círculo central y Gerardo realizó un despeje al medio, pero Erice remató mal desde la frontal del área.

Enrique protagonizó los dos sustos más significativos en un pelotazo a la espalda de la zaga -trazó una diagonal para encarar a Raúl Navas, pero Fuentes acudió al quite y se quedó sin ángulo- y un pase al hueco de Toedtli que terminó en el fondo de las mallas, aunque la acción estaba invalidada por un inexistente fuera de juego. Por lo demás, los de Espárrago inquietaron con algún centro, tres zapatazos lejanos del ex blanquiverde Nano y otro de Toedtli en un golpe franco esquinado.

Raúl Navas salvó con una gran estirada un golpe franco de Enrique tras una mano en la corona del área de Carpintero, que se hizo acreedor a la segunda amarilla en el 47'. El árbitro se la perdonó, y el mediocentro leonés fue sustituido cuatro minutos después por el debutante Scotti, que aportó pausa en la zona ancha. Ya en el 64', Navas volvió a resultar determinante al meter la mano en un centro-chut de Enrique, con Toedtli listo para remachar. Fue el epílogo a un córner favorable al CCF, lo que habla mal del repliegue blanquiverde.

Espárrago incrementó las revoluciones con un doble cambio en el ecuador de la segunda parte: Abraham para crear en el eje y Jonathan Ramis arriba junto a Toedtli. Tras desaprovechar un grave error de Agus en un mal control, el joven punta uruguayo -fichaje amarillo en el mercado invernal junto al serbio Bogunovic, aún inédito- pasó a la izquierda, a raíz de la entrada del ex internacional Diego Tristán. Quedaba un cuarto de hora. Poco antes, el colegiado había obviado un penalti de Gerardo a López Silva.

El Cádiz apretó en los últimos minutos, aunque sus acometidas murieron con disparos lejanos. Mientras, el Córdoba dio un paso atrás y se aplicó en las pérdidas de tiempo, con todos defendiendo como jabatos. Scotti dio la opción postrera al empujar a Toedtli en un salto, pero Tristán, en vez de optar por un balón colgado, se apropió del cuero y tiró un metro por encima del larguero. Ante tal demostración de egoísmo en detrimento del colectivo, a Enrique se lo llevaban los demonios.

ATAQUE

El Córdoba empezó llevando el peso del partido desde la paciencia, a veces abusando del toque en su propio campo. La aceleración la pusieron Dañobeitia y Lizio, que con sus constantes intercambios de posición buscaron las cosquillas a la defensa cadista. Por ahí sí desequilibró el Córdoba, que tenía todas las de perder en los envíos en largo -casi siempre de Agus- por la envergadura de los centrales visitantes. Ante el panorama, Asen y Pepe Díaz se buscaron la vida cayendo a las bandas.

El CCF no sacó más partido a su dominio por su falta de precisión en los últimos metros, algo que ya no es novedad. Varios centros resultaron defectuosos, incluido el de Jorge Luque, dentro del área y junto a la línea de fondo, en la última jugada de la primera mitad. En los más certeros, uno de Lizio y otro de Pepe Díaz, Asen conectó sendos cabezazos desviados.

El Cádiz sacó de centro en la reanudación e hizo el amago de atacar, pero el Córdoba rompió el partido en una contra. Fue una inmensa arrancada de Lizio, que fue sorteando obstáculos por la izquierda hasta ceder el gol a Pepe Díaz. Tras dejar la racha sin marcar en casa en 463 minutos, el de Almodóvar metió un centro que Mansilla cortó con el brazo dentro del área (59'), pero el juez pitó la infracción fuera.

Lizio y Dañobeitia siguieron desconcertando por una banda u otra. En dos coladas por la izquierda, rompiendo el fuera de juego, el vasco se equivocó. El argentino probó fortuna desde lejos. El césped -rápido al principio- estaba cada vez más pesado, el cansancio estaba haciendo mella en tareas ofensivas y Alcaraz prescindió de Lizio para oxigenar el carril izquierdo con José Vega.

A falta de cinco minutos, Juanjo suplió a Díaz, exhausto. La misión del cántabro era dormir el partido en el campo rival. Asen estuvo cerca de anotar el segundo en una acción aislada en el 87', pero su zurdazo, repelido por Fragoso, se fue a córner con suspense.

VIRTUDES

El Córdoba percutió por los dos flancos con intensidad y se vació. Pepe Díaz recuperó el olfato y El Arcángel se reencontró con el triunfo.

TALÓN DE AQUILES

El equipo se metió atrás en los últimos minutos.

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