La selección española de baloncesto femenino tuvo un cálido estreno en Córdoba, en el que era su primera aparición en la capital cordobesa. Un choque especial para el público de Vista Alegre, cerca de un millar, que pudo saborear la élite con dos selecciones olímpicas. Un choque, también, que quedará en el recuerdo de Laia Palau, que alcanzó las 300 internacionalidades con la selección.

La escolta recibió el tributo del público en la ronda de presentaciones. A sus 41 años, es la cara más reconocible de una España que se va renovando, pero en la que su eterna capitana siempre está, y no precisamente de adorno, porque la clase que tiene la jugadora del UNI Girona sigue siendo imprescindible para Lucas Mondelo.

Le costó al público engancharse al partido, con esa timidez tan propia de los espectáculos de masas en Córdoba. Eso sí, los primeros contragolpes culminados por el equipo español arrancaron el ánimo de los más jóvenes. Una grada, por cierto, con muchos jóvenes, mayoría de niñas, disfrutando de la oportunidad de ver de cerca a una generación que sigue creando referentes a nivel nacional para uno de los deportes que cuenta con más licencias femeninas en España.

La organización de la Federación Española de Baloncesto, en tiempos de pandemia, fue exquisita. Vista Alegre por fin conoció lo que es la distancia de seguridad, en una demostración de que con sentido común –y también con los medios económicos con los que cuenta la FEB– se pueden hacer las cosas muy bien. Una legión de voluntarios entregados a la causa, pruebas PCR para todo aquel que se movía a pie de pista –medios de comunicación incluidos– y un ambiente caldeado con los clásicos musicales del baloncesto. Una organización fluida y sobresaliente. Otro nivel.

En definitiva, un espectáculo deportivo de primer orden, de los que Córdoba necesita acoger más y con más asiduidad, no solo para venderse a través de la televisión, también para alimentar una cultura deportiva que impulse a la ciudad y que inspire a los jóvenes a practicar deporte.

Fue solo el primer día de un torneo amistoso, pero que ha generado en la ciudad una sensación de deporte de élite que en tan pocas ocasiones tenemos la suerte de saborear. Este viernes, el Nigeria-Bélgica, desde las 20:30, pone el punto y seguido. El colofón llegará el sábado, con ese España-Bélgica que debe servir a las de Mondelo para seguir progresando y a la afición cordobesa para saborear el último sorbo de élite.