Koseky: "Mi salida del Córdoba Futsal fue muy dolorosa y aún es difícil de asumirla"
Fútbol Sala
El jugador prieguense, que milita actualmente en el Alquile Molfetta, relata para 'el Día' su experiencia en Italia y también sus recuerdos como blanquiverde
Antonio Rivera Espinar Koseky tuvo que hacer las maletas y poner rumbo a Italia para jugar en el Alquile Molfetta. Lo hizo tras cuatro campañas en el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, con el que logró ascender a Primera División. "Mi salida fue muy dolorosa y aún es difícil asumirla", reconoce a el Día el de Priego de Córdoba, que se recupera de una dolorosa lesión (rotura ligamento interno y fractura de costilla) que lo tiene alejado actualmente de las pistas. Eso sí, siempre será uno de los héroes del ascenso de Mengíbar, por lo que además se siente "un privilegiado" por vivir ahora esta bonita experiencia alejado de la liga española, de la que se marchó de la mejor manera posible: en la élite y con el equipo de su tierra.
–¿Qué hizo que se decantase por el Alquile Molfetta?
–La opción de llegar a Molfetta viene a través de un amigo y compañero cordobés como es Cristian Ortiz. Siempre he dicho que al final en el deporte lo que nos llevamos son las amistades y las vivencias con compañeros y personas que nos encontramos en el camino y en este caso esta amistad que mantenía con él desde nuestra etapa en Ategua (Castro del Río) fue la culpable de estar aquí hoy día.
–¿Por qué eligió Italia? ¿Ganas de probar otra experiencia en su carrera?
–El que esté al tanto de mi carrera sabe que siempre me ha gustado la idea de conocer nuevos países y nuevas experiencias, conocer gente diversa, y la verdad que me siento un privilegiado de poder hacerlo con todo lo que ello conlleva a través del fútbol sala, deporte que practico desde que tengo uso de razón en el colegio, en mi pueblo Priego de Córdoba y el cual hoy día me dedico a ello profesionalmente.
–¿Cambia el estilo de juego en Italia respecto al de España?
–Cambia el estilo, cambia el fútbol sala, cambia prácticamente todo lo que rodea a este deporte en general. Nunca debemos de olvidar que en España tenemos, sino es la mejor, pues una de las mejores ligas del mundo, y eso es en parte al gran trabajo que se viene haciendo muchos años en las bases, los clubes, las federaciones… La verdad que cuando sales de tu zona de confort, como se suele decir, valoras realmente muchas cosas que quizás allí en un momento determinado no nos paramos a pensar siquiera.
–¿Cómo le está yendo en el apartado personal?
–Personalmente, la verdad es que estoy viviendo una experiencia muy gratificante, que me está haciendo crecer personalmente. Quizás deportivamente estoy viviendo momentos un poco grises para los deportistas como son las lesiones (rotura ligamento interno y ahora fractura de costilla), pero bueno siempre intento aprender de todo lo que me sucede y esta vez estoy superando muchos obstáculos que nunca se me habían presentado de manera tan seguida, pero bueno supongo que serán los años (bromea).
–Desde un primer momento contó con minutos y además lo aprovechó marcando goles.
–Desde el primer momento me he sentido muy arropado y con mucho cariño por parte de todos los que componen el club. Al final, cuando uno se siente bien en un sitio y con confianza, pues pienso que es más fácil que las cosas salgan bien. El gol quizás es uno de mis puntos fuertes, pero tampoco me esperaba que fuera tan bien en un primer momento, ni mucho menos.
–¿Qué supuso para usted la pasada temporada en el Córdoba Patrimonio de la Humanidad?
–La pasada temporada en Córdoba fue una montaña de sensaciones durante todo el año. Teníamos una base de compañeros de hace muchos años y luego nuevos compañeros que llegaron y se adaptaron a la perfección, pero sufrimos esa adaptación en un principio que fue lo que hizo poder conseguir la permanencia durante la última jornada de liga y dejar al club otro año más en Primera División.
–¿Cómo se gestó su salida? ¿Lo esperaba?
–Mi salida sinceramente fue muy dolorosa y hoy día aún es difícil asumirla, porque encima tengo muchos amigos aún en el equipo y mantengo un contacto prácticamente diario con ellos. La verdad es que me acuerdo mucho de todos ellos y de mi día a día en el equipo, pero bueno poco a poco voy reconociéndolo. También ellos me hacen sentir que no se olvidan de mí y para mí es muy importante.
–¿Qué supuso el ascenso de Mengíbar a Primera División?
–El ascenso en Mengíbar está escrito en las páginas doradas del club. Es algo que nos ganamos con mucho trabajo y esfuerzo en la pista, y por ello seremos siempre recordados entre nuestra afición, que mayormente eran nuestros propios amigos y familiares y todo aquel que le gustaba el fútbol sala en Córdoba. A día de hoy se sigue manteniendo vivo el grupo de WhatsApp de ese año y la verdad es que es un grupo increíble de personas y corazones.
–¿Cómo ve al Córdoba Patrimonio esta temporada?
–El equipo no hay más que verlo. Este año están haciendo un trabajo increíble y la prueba de ello esta dónde están llegando en todas las competiciones y la tranquilidad con la que se encuentran en la tabla. Pienso que hay una base de jugadores que se conocen a la perfección y a ello le sumas la gran inversión realizada esta temporada de nuevos jugadores. La mezcla está saliendo a la perfección.
–¿Qué mensaje le mandaría a la afición del Córdoba Patrimonio?
–A la afición solo tengo palabras de agradecimiento por cómo nos han llevado siempre en volandas. Las tardes de Vistalegre lleno sin billetes quedará grabado en nuestras retinas. Solamente que sigan haciéndolo igual que lo están haciendo y si tengo que pedirle o exigirle algo es que no nos olviden a los héroes del ascenso porque al final siempre permanecen los éxitos y los logros, pero sinceramente ese año había cantidad de trabajo y esfuerzo por parte de personas que no se dedicaban a ello profesionalmente y hacían una cantidad infinita de kilómetros solamente para poder entrenar y jugar en el equipo de su tierra.
–¿Tiene ganas de seguir por Italia o de volver a España?
–Pienso que mi etapa en España acabó donde mejor podía hacerlo que fue en Primera División con el equipo de mi tierra. Me encantaría seguir disfrutando de experiencias en el extranjero que pienso que en parte el fútbol sala me está devolviendo después de tanto esfuerzo dedicado a ello. Volver a España sería para jugar de nuevo cerca de casa o en mí misma casa, pero de una manera más tranquila y centrándome más en una vida laboral que ya mismo es lo que me va tocando, como a todos mis compañeros del ascenso.
–¿Le queda gasolina a Koseky aún para rato?
–El que me conoce sabe perfectamente que me encanta este deporte, que he luchado mucho por llegar donde estoy y conseguir esos éxitos conseguidos con mucha dedicación y empeño. Sinceramente me encuentro muy fuerte tanto psicológicamente como físicamente para poder continuar realizando este deporte algunos años más, pero quizás a otro nivel más amateur, aunque nunca se sabe que nos va a deparar la vida.
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