Kirani James, nace una estrella en 400

El keniano David Rudisha confirmó que es el rey de los 800 con otra exhibición. Pero eso ya se sabía, la cuarta jornada del Mundial de atletismo de Daegu, sin embargo, dejó una estrella que nace, el granadino Kirani James en los 400, y otra que se apaga, la rusa Yelena Isinbayeva en la pértiga.

Todo parecía listo para el regreso victorioso del estadounidense LaShawn Merritt al gran escenario tras 21 meses de sanción por dopaje. Y todo apuntaba a que así sería cuando el campeón olímpico y mundial entró en la recta final con un par de metros de ventaja. Pero entonces apareció el portento precoz: Kironi James, de sólo 18 años, arañó centímetros con cada zancada hasta adelantar a Merritt en el último suspiro. Después de arrasar en la categoría júnior, el atleta de la isla caribeña de Granada se presentaba en sociedad con un oro ganado en 44,60 segundos (mejor marca personal).

Merritt fue tres centésimas más lento, mientras que el bronce se lo llevó el belga Kevin Borlee, campeón de Europa en 2010, con un tiempo de 44,90 segundos.

Campeón del mundo júnior en 2010, James tiene los mejores registros logrados nunca a la edad de 14, 15 y 17 años. "Estoy muy orgulloso", dijo el granadino, que dio la primera medalla mundialista a su país.

Isinbayeva ha dado muchas a Rusia, pero la luz de su estrella lleva tiempo atenuándose. La plusmarquista mundial y campeona olímpica hizo tres saltos nulos y sólo superó el listón a 4,65 metros, lejos de la pelea por las medallas. El oro fue para la brasileña Fabiana Murer (4,85), la plata para Martina Strutz (4,80) y el bronce se lo colgó la rusa Svetlana Feofanova (4,75). La zarina hizo un nulo en 4,75 y dos en 4,80, por lo que la saltadora que posee el récord del mundo (5,06 metros) se tuvo que conformar con el sexto puesto.

Isinbayeva saludó al público y se marchó del evento que suponía su regreso tras una pausa para reflexionar tras el fiasco que supuso el Mundial de Berlín 2009, donde no superó el listón a ninguna altura. Ayer no pudo sacarse la espina. "Todo estaba listo para una victoria, pero no sé qué fue mal", dijo la rusa. Quizá fue lo que en Daegu se llama ya como la maldición del Daily Programme: toda estrella que aparece en su portada fracasa.

Le pasó al saltador de pértiga australiano Steve Hooker, al jamaicano Usain Bolt, descalificado en 100 metros por salida nula, y al cubano Dayron Robles, al que se le arrebató el título de 110 metros vallas por haber obstruido al chino Liu Xiang.

No falló la bestia Rudisha. El keniano no dio opción al sudanés Abubaker Kaki, plata, y al campeón olímpico ruso Yuri Borsakovski, bronce. Rudisha, de 22 años y recordman de la distancia, se impuso con un tiempo de 1.43,91 minutos y logra así su primer gran título. El keniano estableció hace un año dos récords del mundo en ocho días y luego dijo: "La gente sólo te recuerda cuando ganas un título. Sin títulos, la carrera de uno no está completa".

El alemán Robert Harting será recordado después de que ayer defendiera su título mundial de lanzamiento de disco con un tiro de 68,97 metros, pese a haber llegado a Daegu con problemas físicos.

En 3.000 obstáculos el oro fue para la rusa Julia Zaripova, mientras que la nueva campeona del mundo de heptatlón fue su compatriota Tatiana Chernova, que logró el primer gran título de su carrera.