Julia Figueroa terminó fuera del podio en el Campeonato del Mundo de Tashkent, una cita en la que solo le faltó una dosis mayor de fortuna en los momentos clave para haberse colgado una medalla en -48 kilogramos. Y es que la cordobesa mostró un nivel excepcional en sus primeros combates, pero una vez en semifinales cedió en dos ocasiones para verse fuera de un podio que ya acariciaba.

En la capital de Uzbekistán, a la judoca cordobesa se le presentaba una oportunidad de volver a brillar al más alto nivel. Partiendo como quinta de serie y exenta de la primera ronda, en su primer combate Figueroa se impuso a la azerí Leyla Aliyeva. Fue una primera victoria que le dio la confianza necesaria para brillar en su siguiente eliminatoria, ante la surcoreana Lee Hyekyeong, a la que también se impuso con bastante solvencia.

Una vez en cuartos de final, para la cordobesa se presentaba el primer momento de la verdad. Enfrente tenía a la japonesa Funa Tonaki, una de las contendientes más duras del mundo y una judoca que hasta la fecha se le había dado bastante mal. Sin embargo, Julia Figueroa dejó buena muestra de su gran nivel y consiguió llevarse el combate en la técnica de oro, aprovechando el único error de la nipona.

Ya en semifinales, las perspectivas eran inmejorables para Julia Figueroa. Ante la alemana Katharina Menz partía como favorita para meterse en la gran final. Sin embargo, la teutona planteó un combate duro y aprovechó un waza-ari para desesperar a Julia, que ya fue a remolque y no pudo enderezar la pugna. De esta forma, se vio apartada del camino hacia el oro y relegada a pelear por el bronce desde la repesca.

En ese combate por la medalla de bronce, la rival de la cordobesa fue Assunta Scutto, una joven italiana que ha irrumpido con fuerza en la categoría de los -48 kilogramos. De nuevo Figueroa se vio a remolque en el combate y terminó cayendo ante Scutto, viendo así como se esfumaba la posibilidad de revalidar el bronce mundial conseguido el año pasado.

En todo caso, y pese a la decepción de quedarse a las puertas de un nuevo podio internacional, el balance de la judoca cordobesa en esta competición es positivo. Julia Figueroa vuelve a demostrar que está en la élite mundial de su categoría y, de paso, suma 360 puntos para el ranking olímpico que le allanan el camino hacia París 2024, el gran objetivo a medio plazo para la brava luchadora.