Julia Figueroa vuelve por sus fueros. La judoca cordobesa firmó una excelente actuación en el Grand Slam de Tokio para subirse al segundo cajón del podio y conseguir una medalla en competición internacional más de un año después de la última, que llegó en octubre de 2022 con su victoria en el Grand Slam de Abu Dhabi.

En la capital japonesa, cuna del judo, Figueroa se revindicó con un sobresaliente resultado después de sus meses más complicados de los últimos años. Y es que la cordobesa no pasaba por su mejor momento de resultados, algo que además provocó su exclusión del último Campeonato de Europa, sin que la Federación actuase de manera clara con una atleta que acumula dos participaciones olímpicas en los últimos Juegos y que es una de las judocas más importantes del equipo nacional de la última década.

Pese a todos esos palos en las ruedas, a Julia Figueroa le sentó muy bien la ardua preparación que en las últimas semanas había realizado en Japón de cara a este Grand Slam de Tokio, la última cita del año y una de las más importantes por lo que significa el país asiático para este deporte.

Ya desde su primer combate, Figueroa demostró que estaba preparada para hacer grandes cosas en esta competición. A las primeras de cambio eliminó a la siempre competitivo Shira Rishony (Israel), en un combate largo e igualado que se decantó del lado de la cordobesa gracias a un ippon en el tiempo de la técnica de oro.

Su siguiente rival fue la rusa (que competía bajo bandera neutral por las sanciones a los deportistas de su país) Kristina Dudina. Figueroa sacó el combate adelante gracias a un waza-ari que le dio una ventaja que a la postre fue definitiva.

En cuartos de final, Figueroa dio el zarpazo definitivo al imponerse a la francesa Blandine Pont. Fue un combate de alternativas, en el que ambas consiguieron un waza-ari. La cordobesa, sin embargo, se anotó posteriormente el triunfo con un ippon que le dio el paso a la lucha por las medallas.

Plena de confianza tras su gran competición, Julia Figueroa se impuso con solvencia a la portuguesa Catarina Costa, a la que derrotó en dos minutos de combate con dos waza-ari, mostrando una apabullante superioridad.

Faltaba tan solo un último escollo para firmar un Grand Slam de matrícula de honor en Tokio, aunque para la final tocaba el hueso más duro de roer, la japonesa Natsumi Tsunoda. Julia apretó a la nipona en un combate igualado pero a falta de 26 segundos un ippon de la judoca local le dio el triunfo.

Pese a quedarse muy cerca del oro, la medalla de plata en los -48 kg de este Grand Slam de Tokio supone un espaldarazo tremendo para Julia Figueroa, que dará un salto importante en el ranking mundial alimentando sus opciones de conseguir el billete olímpico para los Juegos Olímpicos de París 2024, pelea en la que como ella misma se encargó de dejar claro todavía no ha dicho la última palabra.