Jonathan Sesma revela amenazas del presidente del Valladolid

Jonathan Sesma se despachó a gusto en Canarias antes de volar hacia la Península para iniciar su segunda etapa en el Córdoba, por el que ficha por un año con opción a otro. El interior izquierdo o segundo punta, que será presentado hoy (12:30) en El Arcángel, cargó duramente contra Carlos Suárez, presidente de su ex equipo, el Valladolid, del que comentó que le dijo que le "iba a arruinar la vida".

En declaraciones a Canarias Radio La Autonómica, Sesma aseguró que el presidente del Valladolid "dijo burradas" de él. "Como no quise renovar empezó a decir que yo revolucionaba el vestuario, algo que es totalmente falso. Menos mal que todos sabemos de qué pie cojea, y lo único que le digo es que en la Liga no le pueden ver", apuntó.

El octavo fichaje blanquiverde contó que tuvo una discusión con el presidente en la que estuvieron presentes los dos capitanes del Valladolid. "Me dijo que me iba a arruinar la vida y que no iba a jugar en ningún equipo", desveló. Suárez replicó ayer: "Que se lo pregunten a los dos capitanes. No voy a decir nada. No voy a entrar al trapo".

Según Jonathan, que a sus 31 años regresa al equipo donde estuvo el primer semestre de la temporada 01-02 y ha tenido múltiples ofertas de Primera y Segunda, el presidente albivioleta empezó a llamar a todos los clubes para decirles que no le ficharan. "Llamó al Córdoba, a la Ponferradina, al Nàstic, al Cartagena, a todos", afirmó. Y matizó que Suárez le acusó de que se estaba quejando demasiado de una lesión y "se tuvo que comer sus palabras", pues le hicieron una resonancia y se comprobó que tenía una rotura de un centímetro.

Jonathan Sesma no se mordió la lengua, ya que "cuando me joden a mí, intento explicar porqué me han jodido". A su juicio, el descenso del Valladolid tiene un claro culpable: "La culpa es del presidente, porque no se puede cambiar a nueve jugadores de golpe ni tampoco echar a un técnico como Mendilíbar".

Ahora se muestra muy ilusionado por la nueva era en el CCF. Y reconoció que tiene una espina clavada. "Espero marcar un gol en Zorrilla y poder dedicárselo al presidente. Voy a señalar con el dedo hacia arriba y le voy a decir ¡para ti!, porque lo que ha hecho de perro de llamar a todos los equipos para que no me fichen no se le hace a ningún jugador, y a lo mejor no estoy jugando en Primera por eso", aseveró.