Jona, el tortuoso camino hacia la élite

El meta del Getafe, con pasado blanquiverde, ha alcanzado la Primera División con 33 años tras una carrera de altibajos y repleta de obstáculos

Jona intenta evitar un tanto de Gerard Moreno, del Villarreal.
Rafael Cano Córdoba

08 de marzo 2015 - 05:02

Cuando mañana los aficionados blanquiverdes repasen las alineaciones del CCF y el Getafe antes del partido que cierra la vigesimosexta jornada en Primera, pocos repararán en que el portero del conjunto madrileño es un viejo conocido. A buen seguro que el sobrenombre de Jona despista a muchos veteranos cordobesistas, que saldrán de la duda si se les recuerda a Jonathan López. El veterano arquero asturiano, que pasó una temporada en Córdoba cuando el CCF navegaba por el pozo de Segunda B, es el ejemplo de que en la vida hay ciertas decisiones que marcan el futuro de manera irreversible y que las oportunidades pueden tardar mucho en llegar. A Jona, su gran oportunidad le ha llegado cuando ya ni siquiera él la esperaba, pero a los 33 años puede presumir de haber cumplido su sueño de alcanzar la Primera División, algo que todo el mundo auguraba mucho antes para un guardameta capaz de someter a Iker Casillas al banquillo.

La trayectoria futbolística de Jona arranca en su Langreo natal. Allí, con apenas 14 años, llamó la atención de los responsables del combinado asturiano, que lo convocaron para disputar el Campeonato de España. Sus grandes actuaciones le abrieron rápidamente las puertas de las categorías inferiores de la selección española, donde coincidió con otros porteros de gran nivel como Iker Casillas o el cordobés Pepe Reina. Con la selección se destapó como un guardameta de gran futuro -siendo titular por delante del legendario portero del Real Madrid- y los mejores clubes de España pusieron pronto sus ojos en él. El Valencia se llevó a un diamante en bruto y pronto tuvo que blindar a su promesa con un contrato millonario. Sería después de un Europeo que Jona disputó con España cuando, ante la oferta millonaria que el Chelsea le presentó, el conjunto ché reaccionó convirtiendo en millonario a un chico de 15 años.

Con todos los focos puestos en él y un contrato millonario que lo colocó en el disparadero, Jona nunca gozó de la confianza plena para asentarse en el primer equipo valencianista y tuvo que buscar un par de cesiones en el Numancia y en el Oviedo para ir abriéndose paso en el fútbol profesional. Cuando su carrera apuntaba ya al declive, pese a su tremenda juventud, el Córdoba llamó a sus puertas y el Valencia mandó a préstamos al arquero para que se curtiera en la Segunda B con los blanquiverdes. Era la temporada 2005-2006 y tras la enésima decepción de su carrera, Jona tomó una decisión drástica: el fútbol se había acabado para él. Al portero asturiano le habían devorado las expectativas que él mismo levantó y con 25 años ya era todo un juguete roto del fútbol profesional.

Tras su experiencia en Córdoba, Jona pasó un año en blanco antes de reengancharse al fútbol profesional en el Albacete, donde relanzó su carrera para conseguir una buena oportunidad en el fútbol griego, con el Levadiakos. Sin embargo, el meta asturiano encontró una nueva piedra en su camino y tras un año cargado de problemas le tocó volver a peregrinar por el fútbol modesto. El Roquetas y el Burgos fueron sus siguientes destinos antes de volver al fútbol griego, donde por fin logró brillar con el Veria. De allí, tras una de sus mejores etapas como profesional, lo rescató el Getafe, en principio para ser el tercer portero azulón.

Con 33 años, el sueño de alcanzar la Primera División se acercaba para él. Era quizás su último tren, aunque la competencia con Guaita y Codina le auguraba un papel residual. Pero el destino, que otras veces le jugó una mala pasada, le ha dado en esta ocasión la oportunidad de redimirse. Jona se convirtió en el portero de la Copa del Rey por los problemas de Codina con el club y una lesión de Guaita le ha permitido cumplir el sueño de jugar en la élite. Ahora, tras cuatro encuentros como titular, el asturiano llega a Córdoba motivado por reivindicarse en un campo donde no brilló en su pasado. Curiosamente, en la meta contraria encontrará a Saizar, otro guardameta que ha tardado lo suyo en alcanzar la élite, aunque en el caso de Jona el camino ha sido especialmente tortuoso.

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