A Jarque se le para el corazón

El capitán del Espanyol, Dani Jarque, falleció ayer por la tarde como consecuencia de un ataque al corazón cuando se encontraba en Italia realizando la concentración veraniega con su equipo.

El central se hallaba en el hotel de concentración en la localidad italiana de Coverciano. Viendo que no bajaba a la cena, su compañero de habitación, Ferran Corominas, alertó de su ausencia. Al abrir la puerta de la habitación se encontraron a Jarque sin conocimiento. A pesar de trasladarle a un hospital cercano, no se le pudo reanimar.

El suceso aconteció a las 19:00, cuando el defensa se encontraba en la habitación del hotel dialogando con su pareja, con la cual esperaba un hijo para principios del mes de septiembre.

El jugador, que ya había apuntado a sus compañeros que no se encontraba muy bien, dejó de hablar súbitamente con su pareja. Alertada por el silencio, contactó con el amigo y compañero de habitación de Jarque, Corominas, quien lo puso en conocimiento del delegado del equipo, José María Calzón. Al alcanzar la habitación, Jarque ya yacía en el suelo sin conocimiento.

El futbolista había rehusado participar en la visita a Florencia en la tarde libre que había concedido el entrenador, Mauricio Pochettino, y había preferido quedarse en el hotel a la espera de la cena. Una hora después fallecía a pesar de aplicársele el protocolo de reanimación, llevado a cabo en un hospital cercano al hotel.

El Espanyol emitió un comunicado para informar de que el zaguero falleció "a causa de una asistolia en el Centro Técnico Federal de la FIGC (Federación Italiana de Fútbol). El doctor Cervera le ha practicado al jugador el protocolo RCP y se ha hecho uso del desfibrilador, que ha confirmado que se trataba de una asistolia no desfibrilable".

Dani Jarque, de 26 años, acababa de ser designado capitán blanquiazul en sustitución de Raúl Tamudo y apuntaba a ser el icono de la afición para los próximos años. El Espanyol recibe un golpe muy duro en un momento especial, ya que el pasado domingo inició una nueva era con el estreno del estadio de Cornellà-El Prat.