JUANÍN siempre eterno
El mejor jugador del CCF en sus 59 años de historia, líder del equipo que logró el primer ascenso a Primera, fallece tras una dolorosa enfermedad
El cielo amaneció oscuro. El clima no era precisamente cálido. Y caían algunas gotas de lluvia. No se aventuraba un buen día. Y así fue. Todo eso era el presagio de la noticia que nunca se habría querido dar. Se ha ido el jugador más grande que jamás ha vestido la camiseta blanquiverde en sus 59 años de historia. Aquel que condujo por primera vez al equipo a la elite. El mismo que firmó el primer gol en Primera. El futbolista que lideró al Córdoba en su mejor época, esa década de los 60 en la que el conjunto cordobesista escribió sus páginas más brillantes. Juan García Díaz -conocido como Juanín- sufrió a primera hora de la mañana la entrada más dura, la única que no pudo superar en sus 72 años de vida. No fue de un rival de carne y hueso, de esos que dejaba sentados con un regate, con un quiebro. Una larga y dolorosa enfermedad derrumbó a este mito del cordobesismo, cuyo legado permanecerá imborrable en la memoria de los que lo vieron con el balón en los pies y los que se preocuparon de conocerle lejos de los terrenos de juego. Porque si en el verde fue eterno, fuera...
Tal y como llegó, Juanín se ha marchado. En silencio, sin hacer ruido. Aterrizó en Córdoba procedente del Betis en la temporada 60-61 y vistió la elástica blanquiverde un total de 318 partidos en los que anotó 76 goles -185 de ellos en Primera División, con 44 dianas, más que nadie-, durante diez temporadas. Nacido en Nerva (Huelva) el 22 de mayo de 1940, se sentía un cordobés más. Porque cautivado por la ciudad de la Mezquita y el cariño de sus gentes, decidió afincarse a orillas del Guadalquivir tras defender una década los colores del club cordobesista, casándose y formando una familia más allá de la que ya se había ganado en torno al fútbol. Primero como enorme jugador, luego como entrenador y maestro, al formar la primera escuela para niños en la barriada de Ciudad Jardín junto a su amigo Diego Moreno.
Con tanta calidad como liderazgo en el campo, el Betis pronto se fijó en el fino centrocampista con vocación ofensiva onubense y lo incorporó a sus categorías inferiores, donde estuvo tres temporadas. Tras jugar un año cedido en el Extremadura, firmó en el Córdoba con apenas 20 años. Era un 14 de agosto de 1960 y el contrato, por dos campañas, si bien luego se prolongó en el tiempo. El cuadro blanquiverde estaba en Segunda División y necesiba un líder, un hombre al que confiar su suerte. Y lo encontró en Juanín, que en los dos primeros cursos lo jugó absolutamente todo. Su estreno oficial se produjo el 11 de septiembre en El Arcángel con un triunfo ante el Rayo Vallecano (3-2), llegando su primer tanto en la cuarta fecha del campeonato en Ceuta. Una semana más tarde firmó su primer hat trick como cordobesista ante su exequipo, el Extremadura. Años más tarde, en 1966, otro triplete suyo pasó a la historia como el primero de un jugador del CCF en Primera, en un 3-3 al Betis.
Pero su gran éxito llegó en esa mágica campaña 61-62 rubricada con el primer ascenso blanquiverde a la máxima categoría, después del inolvidable 0-4 endosado al Recreativo en Huelva. Ese 1 de abril de 1962 arrancó la mejor fase en la historia del club, con siete temporadas consecutivas en la elite. Una andadura que comenzó precisamente con una victoria en casa ante el Valladolid (1-1) gracias a golazo del Di Stéfano de Córdoba. Meses más tarde se perdió su primera liguera desde su llegada, justo para la visita al Barcelona. Pero su leyenda ya no se detuvo.
En los siete ejercicios siguientes, hasta 1970, ejerció de líder, tocando techo en el inalcanzable curso 64-65 en el que el CCF fue quinto, su mejor clasificación. Si bien fue en la 66-67 en la que estuvo a punto de cumplir el sueño de ser internacional. Juanín fue citado por la Roja, pero una eliminatoria de la Copa del Generalísimo ante el Pontevedra llevada al desempate frustró la ocasión por la cercanía entre ambos partidos. Tras sendos 1-1 en El Arcángel y Pasarón, el CCF se metió en las históricas semifinales ante el Athletic con un 1-0 obra suya en el Bernabéu.
Con 30 años, y tras una última temporada en la categoría de plata, decidió poner punto y final a su etapa en el club el 7 de junio tras la derrota en Ferrol (2-1) en la última jornada de Liga y con su último tanto como cordobesista. Entonces, se comprometió dos años con el Calvo Sotelo, aunque en Puertollano sólo estuvo seis meses. Allí puso fin a su brillante carrera antes de regresar a Córdoba, donde siguió ligado al fútbol y pregonando cordobesismo por los cuatro costados. Ese era uno de sus grandes amores. Por eso, desde ayer, el cielo se ha pintado de blanco y verde tras recibir en sus brazos al mejor futbolista de la historia del Córdoba. Siempre eterno, Juanín.
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