Lo de hoy -y no es un tópico- sí que es el final de todas las finales. Porque hoy acabarán o empezarán los sueños (o las pesadillas) de los equipos que se están jugando algo en Segunda División.En la lucha por ascender, todo dependerá del duelo fratricida entre Alicante y Hércules. Los primeros ya están descendidos, pero sus (escasos) aficionados no tolerarían que contribuyesen de manera desinteresada al ascenso de su archienemigo. Un tropiezo de los herculanos dejaría la primera división hecha para el Xerez y casi casi para Tenerife y Zaragoza. En un ambiente semifestivo, chicharreros y jerecistas se verán las caras en el partidazo del Heliodoro. También hoy el Zaragoza podría regresar a la elite en Salamanca. Por abajo, todo depende del Celta-Alavés. La derrota de los vitorianos les condenaría indefectiblemente a Segunda B y haría suspirar, de paso, a otras cinco ciudades.