El Córdoba pretende cerrar esta misma semana la llegada de dos nuevos jugadores que completen la línea de ataque, una vanguardia en la que por ahora el club sólo cuenta con Strahman, Xisco (en fase de adaptación al grupo tras sellar su renovación) y el lesionado Benja, que no estará disponible hasta octubre. Así lo aseguró ayer el presidente Carlos González, que en declaraciones a la Cadena Ser ratificó que el objetivo del club para esta temporada "es el ascenso a Primera División, porque no puede haber otro".

Así, el mandatario reforzó la apuesta por el tipo de jugador que durante las últimas semanas está ocupando las gestiones del club blanquiverde. Los nombres de Dani Pacheco (Liverpool), Ulises Dávila (Chelsea) y en los últimos días Christian Alfonso (Espanyol) se han vinculado con una posible cesión al CCF. Los tres cumplen con el perfil buscado por el club: préstamos que llegarían con un coste reducido, jóvenes con ganas de explotar para regresar a sus equipos de origen y, tácticamente, mediapuntas incisivos que desempeñarían un rol que ahora le falta a Pablo Villa. La lista tiene más nombres, y la idea es que puedan estar en Córdoba antes del partido de presentación del próximo sábado ante el Almería. "Nos faltan esos dos jugadores para terminar el proyecto con un equipazo", señaló González, pues serían la guinda para una plantilla destinada a pelear por el ascenso y que anda falta de referencias ofensivas, como está demostrando en la pretemporada.

Un gol (de penalti) en cuatro partidos es el balance atacante del conjunto blanquiverde, aunque por el momento al presidente no le preocupa el dato. "El equipo está haciendo lo que se preveía", incidió González en la SER, quien desgranó el modelo seguido este verano para confeccionar la plantilla: "Tenemos una defensa brutal, como se ha demostrado, y un centro del campo importante. Nos falta rematar la delantera, porque ahora mismo sólo contamos con Strahman. No estamos preocupados, porque ahora mismo lo que no tenemos es delantera".

"Hemos querido hacer el equipo de atrás para adelante", abundó el mandatario, "porque el año pasado nos metieron muchos goles y los técnicos entendieron que era lo primero que había que arreglar". "Metimos más goles que el Elche, pero quedamos a 30 puntos. El entrenador tiene muy claro que sube a Primera el que menos goles encaja", insistió Carlos González, "y por eso hemos querido ensamblar en primer lugar la parte defensiva del equipo, y ahí estamos muy contentos, porque en cuatro partidos sólo nos han marcado un gol, y de estrategia". El presidente incidió en que "no nos preocupa la delantera por la sencilla razón de que no está hecha. No tenemos base para saber si tenemos gol o no. Lo que sí tenemos base es para saber que no nos van a hacer".

La profunda reconstrucción que ha sufrido la plantilla, con sólo dos supervivientes del inicio de la pasada temporada (Caballero y López Silva) no es óbice para que el propietario del club se sienta "muy ilusionado". Con 12 fichajes ya cerrados y a la espera de esas dos incorporaciones que pueden completar el grupo, González sacó pecho y dijo que el Córdoba "ha traído a los jugadores que quería traer. Nadie nos ha dicho que no. Ni un solo jugador que nos haya interesado ha dicho que no, y los que están son los que hemos querido". Con ese aval, el presidente apostó por el éxito en un año "muy importante para el CCF, un punto de inflexión con el reto que nos marcamos todos los cordobesistas". Porque González incidió en que "no puede haber otro objetivo" que el ascenso a Primera División. "Se puede tachar de suicida, pero no puede ser otro", abundó en la Cadena SER, y es que "como dijo Raúl Bravo, la presión es buena". "Hay clubes grandes que salen con un objetivo alto y sus jugadores no se vienen abajo", añadió, "y los nuestros, uno tras otro, han dicho claro que el objetivo es subir a Primera".

González comentó que esa ambición está construida "desde unos cimientos importantes", porque "que el Córdoba esté en Primera es sólo cuestión de tiempo". "Estamos entre los mejores clubes de la categoría en materia económica, tenemos una base sólida y el ascenso es cuestión de tiempo". Su reto, como tantas veces se ha encargado de repetir, devolver al club a la máxima categoría 41 años después.