Con González será otra cosa

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El nuevo dueño dará forma a su nuevo proyecto esta semana tras el fin de la era Lucas

Los aficionados blanquiverdes afincados en Cataluña no faltaron a la cita de Montilivi.
Los aficionados blanquiverdes afincados en Cataluña no faltaron a la cita de Montilivi.
Raúl Díaz / Gerona

05 de junio 2011 - 05:02

Lucas Alcaraz anunció su marcha públicamente el jueves, tras conocer de boca de José Romero que la venta del Córdoba era inminente. El dueño del club cumplió su palabra: un día después posó con el empresario tinerfeño Carlos González, a quien ha traspasado todas sus acciones (el 98,8 por ciento del total) de la sociedad anónima deportiva. Sólo falta el visto bueno del Consejo Superior de Deportes (CSD) para iniciar una nueva era. El martes se producirá la primera reunión entre el flamante propietario y los dos administradores concursales que ya manejan las cuentas, Daniel Pastor y Alberto Escudero; el tercero en discordia debe ser designado por el Real Madrid. Por cierto, cabe recordar que González formó parte de una candidatura de Lorenzo Sanz y avaló en otra a Juan Onieva, en su día rivales de Florentino Pérez en las elecciones blancas.

Carlos González no llegó a hacerse con las riendas del Mallorca en 2009 ni el Rayo Vallecano meses atrás, pero no fue por falta de dinero. Su liquidez es la que ha provocado que Alessandro Gaucci se haya quedado con un palmo de narices por segunda vez, ya que Romero ha preferido jugar sobre seguro. Con la pasta encima de la mesa y el Grupo Prasa como loco por vender, la operación estaba cantada. El Córdoba que hoy conocemos ya nunca será igual.

Que ha llegado el final de una etapa, encabezada por José Miguel Salinas durante los dos últimos años, quedó patente ayer en Montilivi, donde un cordobés ("hasta los 12 años viví en Santa Marina") organiza los aparcamientos y la peña Sangre Blanquiverde, como en Tarragona o en el Mini Estadi de Barelona, puede exponer su sentimiento emigrante jaleando. Por el contrario, en el palco hubo silencio institucional: ningún representante del consejo de administración blanquiverde. Antonio Prieto y Rafael Barroso, habituales en los desplazamientos, ya tienen cosas mejores que hacer.

También se abre un horizonte distinto para Lucas Alcaraz, que debe buscarse las habichuelas después de dos años en El Arcángel. "¿Ofertas? Las del Hipercor…", bromeó el granadino después de su última rueda de prensa como entrenador del Córdoba. El técnico cerró una temporada tortuosa a más no poder con una alineación atípica, como se intuía desde que excluyó de la lista a dos pilares: el jugador más utilizado, el único que ha rebasado la barrera de los 3.000 minutos (3.018), y el máximo goleador (15). O sea, Tena y Charles. Raúl Navas, Agus, Beobide y Jonathan Sesma no fueron citados por falta de méritos.

Salieron un portero debutante, Jesús Coca; un lateral derecho de 36 años al borde de la retirada, Gerardo; un central que ha reconocido estar en la órbita del Deportivo o el Betis, Richy; otro central que no había catado la bola en todo el ejercicio, Gaspar; un lateral izquierdo con proyección, Fuentes; un interior derecho jugando a pie cambiado y con el brazalete tras un lustro en la entidad, Arteaga; un mediocentro castigado por las lesiones pero que contagia al vestuario con su buen rollo, Cabrera; un pivote o central que no ha sido profeta en su tierra en el primero de sus tres años de contrato, Alberto Aguilar; un interior zurdo que en realidad es organizador y por fin se estrenaba con los mayores, Javi Hervás; un delantero de Vic y por tanto impulsado por los sentimientos en Cataluña, Oriol Riera, y un chaval de vida alegre que ha acabado abandonando el ostracismo, Mikel Dañobeitia. Hasta el punto de marcar en el adiós.

Su gol no sirvió para nada, más allá de su autoestima, su familia y sus amigos. Gerardo tomó la voz en el corro formado por los visitantes en los prolegómenos y Coca buscó refugio en sus compañeros atrás. Con el portero y Javi Hervás, Lucas ha utilizado a 28 jugadores esta temporada y deja un legado de ocho canteranos: Fuentes, Pascual, Toni Seoane -los dos últimos cedidos en el Lucena esta campaña-, Fernández, el juvenil Fede Vico, Mane y los citados Coca y Hervás. Ellos ya han sido o son el presente del Córdoba. El futuro lo representan los juveniles, que esta mañana reciben al Espanyol en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. Todos a la Ciudad Deportiva Rafael Gómez, el recinto al que da nombre un presidente cordobesista que ha terminado como concejal. A ver dónde están los límites de Carlos González.

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