Gol de portería a portería... sin ninguna fullería

El broche de plata

Cobeño marcó para el Rayo ante un mal colocado y sorprendido Jaime

Toni Cruz / Córdoba

26 de mayo 2009 - 05:02

A Cobeño siempre le pide su entrenador Pepe Mel que saque de puerta golpeando con fuerza al balón. Por algo sería. Corría el minuto 52 del partido entre el Rayo y el Elche. El guardameta tomó el balón con sus manos, lo soltó y le dio un tremendo puntapié. Consiguió así que volara hasta casi el área enemiga sin que nadie pudiera aspirar a detenerlo. En ella estaba el central del Elche Amaya... y, sorprendentemente, el otro portero, Jaime. A partir de ese momento, la escena se asemejó a un capítulo de Benny Hill. Faltó aquel soniquete que solía acompañar a las persecuciones mientras el arquero (habitualmente suplente) del Elche trataba, en vano, de enmendar su pifia. "El sol me molestó", dijo. ¿Qué iba a decir?

Lo más curioso es que, al final y pese a no jugarse nada, el conjunto visitante remontó y lo celebró con furia. Mel, técnico del Rayo, dijo que los franjiverdes iban "hasta arriba" de primas. Claudio, su homólogo ilicitano, que ellos no tienen la culpa de que los vallecanos no suban. Lo gracioso es que ambos, muy probablemente, tengan razón.

LOS ERRES QUE ERRES

Errando, se pasan la Liga errando. Hay quien dice que este año, por actitud, deberían descender por los menos seis o siete equipos. El Celta iba ganando 2-0 al Murcia, un rival directo, y acabó cediendo un empate al final. Ha ganado un partido en toda la segunda vuelta (al Córdoba). Lo del Alavés es del mismo estilo. Lleva una victoria en doce partidos. Se verán las caras dentro de dos jornadas. Lo suyo sería que empatasen. Por aquello de no perder las malas costumbres.

SALTO EN LA CIMA

Pequeño estirón en la zona de ascenso. Las pifias de Rayo y Hércules unidas a las victorias de Tenerife y Zaragoza (el Xerez, líder, también palmó, pero ya es casi inalcanzable) han hecho que se aclare un tanto el panorama. Tres puntos a estas alturas son un mundo.

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