Los Lakers son el mayor enigma de la NBA y se sitúan en la encrucijada por un buen número de incógnitas: Mike d'Antoni, Pau Gasol o Dwight Howard. "No sé si seguiré yo. O el entrenador. No sé nada. Ahora todo es una incógnita", dijo ayer en Madrid el propio Gasol, uno de los mayores aglutinadores de rumores durante la campaña y reflejo de la confusión que rodea al equipo. Hasta un valor seguro como Kobe Bryant presenta interrogantes tras sufrir, a sus 34 años, una fractura en el tendón de Aquiles que lastrará el inicio de la próxima campaña y, quizás, el final de su carrera.
Lo único seguro es que los Lakers necesitan moverse si quieren volver a competir con los mejores. "Si se mantiene el equipo intacto, las opciones son muy limitadas", reconoció Gasol. Pero no es fácil abordar el problema ante una encruzijada que acosa a los californianos.
El Ángel Ximénez cerró ayer la renovación de los malagueños Curro Muñoz, Guille de la Sierra y Miguel Ángel Olea, después de que el lunes sellara la continuidad de Paco Morales, José Cuenta y Mario Porras.
Curro Muñoz afrontará su tercera campaña en Puente Genil. Su gran dominio en los lanzamientos desde el extremo izquierdo y su defensa han hecho del malagueño uno de los jugadores importantes del Ángel Ximénez.
Guille de la Sierra lleva el conjunto pontano cuatro temporadas, y la próxima en la Asobal será la quinta. Pasa por ser uno de los pilares del equipo, primera línea de gran lanzamiento. Por último, el pivote Miguel Ángel Olea es sin duda alguna pasa por ser la columna vertebral de la defensa del Ximénez, y de igual manera su aportación en tareas ofensivas también ha estado a gran nivel.
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