El Prasa Pozoblanco ya no puede presumir de seguir siendo un equipo invicto. Ayer, se encontró con un Adelma que se lo creyó desde el pitido inicial y que tuvo buenos soportes para tumbar al líder. Destacó sobre todo la aportación del meta ex prasista Luis Ángel García Maza, quien habría querido tener una salida más digna de Pozoblanco y fue el gran impulsor de la victoria del Adelma Sinfín. Maza, que parecía tener cuatro brazos y tres piernas, desquició al Prasa y a Castillo con paradas antológicas. Resulta curioso que el Prasa se desprendiera de un meta de esta categoría para buscar en el mercado otros porteros que ofrecían mucho menos, como es el caso de Chirosa o de Mario Percin, que sigue alimentando dudas. Muchos de los presentes ayer en el Juan Sepúlveda añoraron una portería con Maza bajo palos.

Más allá de la exhibición del ex portero prasista, los de Paco Castillo dieron demasiadas facilidades defensivas y nunca estuvieron cómodos sobre la cancha. Y eso que la muñeca de Álex Álvarez estaba caliente y que el Prasa jugaba al ritmo que marcaba el probablemente mejor central de la categoría.

El marcador no tuvo agujeros significativos en el primer tiempo, pues ningún equipo se disparó y las ventajas eras mínimas. Al descanso la balanza estaba equilibrada (13-13), pero el Adelma con Maza y Tim Bauer en estado de gracia, comenzó a gozar de ligeras ventajas, que con los minutos se hicieron más amplias.

Bauer y Marcos agujereaban la defensa prasista y la aportación de los metas pozoalbenses era poco más que nula. El Adelma disfrutó de una renta de tres goles (16-19), pero el Prasa sacó la veteranía para darle la vuelta a la tortilla (24-23), si bien seguía con una fragilidad defensiva muy impropia de los de Castillo.

A falta de un minuto, el electrónico reflejaba un 28-28 y el Prasa tenía el esférico, pero una mala lectura en ataque dio la oportunidad a los cántabros, que no fallaron ante Mario Percin. Nueve segundos le quedaban al Prasa para buscar el milagro, pero éste no llegó y el Adelma se llevó una victoria merecida.