Juventud al poder. La presencia de un canterano en una convocatoria del Córdoba no se ve todos los días, así que tres de una tacada... Evidentemente, salen a relucir por las (seis) bajas. Pedro, Villarejo y Javi Pérez -los dos primeros ya hicieron la pretemporada junto con José Mari- completaron ayer la relación de 19 jugadores que han pernoctado en Elche, donde el conjunto de José González debe responder ante un rival directo. De hecho, su anfitrión suma dos puntos menos y es cuarto por la cola, por lo que una derrota, unida a sendos triunfos de Las Palmas (hoy) y el Eibar (mañana), dejaría a los blanquiverdes sumidos en la zona de descenso a falta de dos jornadas para despedir el año. Es ponerse en lo peor, pero...

No es descabellado perder en el Martínez Valero. El Córdoba sólo ha ganado un partido a domicilio -en Chapín, todo hay que decirlo-, y en los últimos desplazamientos se ha acostumbrado a defraudar: 1-0 en Éibar, 3-1 en Huesca, 2-2 en Alicante -iba perdiendo por 2-0 a los tres minutos- y ese 1-0 en Salamanca, en la enésima prueba de que el equipo necesita soltarse en ataque para competir con garantías. Además, y asumido el hecho de que el contrario también juega -a veces demasiado-, el Elche ha remontado el vuelo de la mano de Claudio Barragán, más allá de que el 3-1 encajado ante el Xerez haya interrumpido su crecimiento.

Es curioso. José y Claudio fueron hombres de área, arietes con instinto, futbolistas al servicio del gol. Eso sí, en su cometido no se dejaban engatusar por el arte y se apoyaban en la eficacia. Su similar perfil con botas ha dado paso a dos entrenadores con las ideas claras, que pregonan una teoría: puerta a cero, y a partir de ahí ya veremos. Ganar no anotando un tanto más que el otro, sino recibiendo uno menos.

Ese planteamiento ha resultado básico en todas las victorias del Córdoba, con el denominador común de que el adversario consumió los 90 minutos sin batir a Raúl Navas. Asimismo, el cuadro alicantino cerró su arco en los cinco primeros envites con Barragán -sustituto de David Vidal- para cosechar un botín de nueve puntos; en los dos últimos compromisos, marcados por el vaivén entre las dos áreas, fue capaz de desarmar al Salamanca (3-1), pero también se mostró vulnerable en Jerez de la Frontera. ¿Dónde está la frontera? ¿Ir, venir, quedarse? Los dos técnicos buscan la receta para que sus equipos se proyecten sin perder la fiabilidad defensiva, aunque ya se sabe que no existe una fórmula exacta. Y si existe, es secreta.

José, amigo de la continuidad, enemigo de las rotaciones, afronta un examen complejo. El gaditano acusa seis ausencias, y de todos los colores: Ceballos e Ito están sancionados; Carpintero, víctima de una rotura fibrilar en el gemelo en el Helmántico, no volverá a ejercitarse hasta finales de enero; Katxorro recayó el domingo y tampoco está para ayudar en el medio; Gastón Casas ya se lesionó la semana pasada... En el colmo de los colmos, el cúmulo de desgracias alcanza el clímax con la situación de José Vega, inhabilitado para enfrentarse a su pasado reciente por una cláusula contractual. Desgraciadamente, a la abuela le ha dado por parir.

De esta forma, tres de los cuatro ex franjiverdes de la plantilla cordobesista se pierden el choque de hoy: Katxorro, Gastón Casas y José Vega. El único apto es Mario, lateral derecho prácticamente por decreto. Con él en el once, el Córdoba siempre ha perdido esta temporada. Mala señal. La otra nota negativa para el bloque es la acusación vertida contra Raúl Navas, el blanquiverde más regular en el presente ejercicio, por el supuesto amaño del Málaga-Tenerife disputado en junio. Sí, la abuela está caprichosa.

Vuelve Cristian Álvarez, llamado a apuntalar el costado derecho y teledirigir la estrategia. Arteaga estará en la izquierda. En el eje, Endika y Javi Flores, con la alternativa de dar empaque con Gaspar. Y arriba, Asen y Yordi. Y en el banquillo, savia nueva. Y en el césped, dando bocados, Acciari. Para Pedro, Villarejo o Javi Pérez, José Luis puede parecer un abuelo. Mientras no se convierta en abuela...