Estrellado ante un muro

El Ángel Ximénez no pudo con el Ademar en un encuentro en el que se notó cansado al cuadro pontanés y donde el buen entramado defensivo leonés fue clave. Además, la permisividad arbitral, en momentos puntuales del duelo, no ayudó nada a los de Fernando Barbeito, que se quedan novenos en la clasificación con 21 puntos en su casillero.

Tras lograr la pasada semana la gesta de clasificarse para la final four de la Copa del Rey, los pontanenses tenían un partido complicado en Liga ante el histórico Ademar. Desde el inicio, los locales estuvieron muy desdibujados en defensa, lo que aprovechó el conjunto castellano-leonés para conseguir las primeras rentas (4-7). A pesar del intercambio de goles inicial, el Ademar se mostró más preciso en ataque, lo que le valió para ir siempre ya por delante en el marcador.

Muy pronto se dio cuenta de los problemas Fernando Barbeito que decidió frenar el poderío visitante con un tiempo muerto. Este receso vino bien a un Ximénez que fue recortando la distancia en el electrónico, consiguiendo nivelar incluso el pleito gracias a un excelente Morales (8-8).

La alegría duró muy poco, porque el León cogió la batuta de nuevo. A los pontanos se les veía cansados e imprecisos, lo que aprovecharon los leoneses para irse cinco goles arriba en el marcador (10-15, 23'). A Barbeito no le gustaba lo que veía sobre la pista, pero esta vez su tiempo muerto no encontró la respuesta deseada. En el tramo final, unos buenos minutos de Chispi valieron para acortar la diferencia al descanso (14-17).

Tras el paso por los vestuarios, el Ademar mantuvo su efectividad en ataque y su buen hacer defensivo. A ello se sumó la permisividad arbitral, lo que encendió a la afición local y descentró ya totalmente al conjunto pontanense.

Con cinco goles arriba, el Ademar no bajó el ritmo y siguió a lo suyo, mientras que los de Barbeito les costaba mucho anotar un tanto. A falta de 15 minutos para el final, los leoneses tenían una renta de cinco tantos. Algo que supieron manejar en la recta final, donde la entrega local fue total. No obstante, sólo pudieron acortar distancias, ya que no fueron capaces de encontrar el hueco necesario para hacer daño a la defensa visitante.