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El partido del próximo domingo en el Municipal de Pozoblanco (16:30) tendrá un protagonista por encima del resto de los que salten al campo. Miguel Díaz regresa a la casa en la que se consagró como guardameta después de abandonar la entidad vallesana el pasado verano por motivos laborales. Ahora, el Alcalá disfruta de su calidad.

Los números bajo los palos del arquero cordobés asustan. En el presente campeonato liguero es una pieza inamovible en el esquema de José Antonio Asián. El meta ha sido titular en los 14 encuentros de liga que se han disputado hasta el momento, acumulando 1.260 minutos. Su bagaje no puede ser mejor, ya que ha encajado sólo once goles en el primer tercio de la competición, una cifra sólo superada por el Jerez Industrial, líder del grupo X.

Díaz arriba a Pozoblanco con el inquietante dato para los vallesanos de haber dejado su arco a cero en más de la mitad de los encuentros que han disputado los alcalareños, pues el rival tan sólo ha sido incapaz de perforarlo en ocho duelos.

Los guarismos tan sólo confirman una progresión ascendente que ya evidenció durante el pasado curso, en el que fue indiscutible en el once inicial de José Antonio Neva. El cancerbero acumuló al termino del mismo 3.330 minutos, lo que se tradujo en 37 partidos como titular, en los que recibió 34 tantos. El único choque que se perdió en la 2007-2008 con la elástica pozoalbense fue frente al San Roque en la jornada inaugural, en la que Julio Cruz ocupó el arco. Y es que Díaz apenas llevaba un par de días en el club, tras desligarse del Lucena.

Durante la 2006-2007 los números fueron muy similares, en el breve paréntesis que experimentó en el Lucena -entonces Lucentino- tras su traumática salida del Pozoblanco. Los aracelitanos acabaron ascendiendo a Segunda B, después de finalizar en tercera posición la fase regular. El paso de Jon Ander hacia la directiva le permitió adueñarse de la meta celeste, participando en 30 encuentros y recibiendo 25 goles.

Sus últimas tres temporadas le avalan tras su paso por equipos como el Ciudad Jardín, el Atlético Cordobés (en Preferente), el Pozoblanco (en sus dos etapas) y el Lucena, ambos en Tercera. Con los vallesanos y los provenzales el saldo de goles encajados siempre ha sido inferior al número de partidos disputados, al igual que le ocurre ahora con los hispalenses. Juanmi, Gambeta, Alfonso Gutiérrez, Isidro y el resto de la artillería pozoalbense deberán emplearse a fondo para perforar la meta sevillana.