El Deportivo competirá en la Liga Adelante esta temporada después de haber salvado un match-ball cuando el plazo para que los jugadores retiraran las denuncias estaba a punto de expirar.
La solución llegó a tiempo para evitar el descenso administrativo a Segunda División B, que habría supuesto, casi con total probabilidad, la liquidación de la entidad gallega, inviable en la tercera categoría del fútbol nacional.
Poco antes de las once de la noche, a poco más de una hora para que se cerrara el plazo, la Liga de Fútbol Profesional, el Deportivo, el sindicato de futbolistas y los jugadores de la primera plantilla de las temporadas 11-12 y 12-13 informaban de que habían llegado a un acuerdo.
Faltaba que los acreedores más relevantes del club accedieran a desbloquear las cantidades necesarias para afrontar el pago de las nóminas de los jugadores desde que el club entró en concurso de acreedores el pasado mes de enero.
Quedaban sesenta minutos por delante y las partes que suscribían el comunicado le habían pasado la patata caliente a los acreedores. Esperaban que el resto de miembros de la mesa negociadora actuaran "con la misma diligencia y responsabilidad".
El acuerdo incluirá la fecha de caducidad al mandato del presidente del club, Augusto César Lendoiro, y la entrada de representantes de los acreedores en el consejo de administración.
También jugará en la Liga Adelante el Mirandés, cuya plantilla mostró su "total agradecimiento" al empresario Alfredo De Miguel Crespo (Pastrana) "por ser el principal artífice de que el club continúe en Segunda".
Peor suerte tuvo el Club Deportivo Guadalajara, que recibió la notificación del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 3 por la que le denegaban sin medida cautelar, y se resigna a militar en la Segunda División B, después de quedar "inhabilitado durante todo el mes de agosto".
El Deportivo competirá en la Liga Adelante esta temporada después de haber salvado un match-ball cuando el plazo para que los jugadores retiraran las denuncias estaba a punto de expirar.
La solución llegó a tiempo para evitar el descenso administrativo a Segunda División B, que habría supuesto, casi con total probabilidad, la liquidación de la entidad gallega, inviable en la tercera categoría del fútbol nacional.
Poco antes de las once de la noche, a poco más de una hora para que se cerrara el plazo, la Liga de Fútbol Profesional, el Deportivo, el sindicato de futbolistas y los jugadores de la primera plantilla de las temporadas 11-12 y 12-13 informaban de que habían llegado a un acuerdo.
Faltaba que los acreedores más relevantes del club accedieran a desbloquear las cantidades necesarias para afrontar el pago de las nóminas de los jugadores desde que el club entró en concurso de acreedores el pasado mes de enero.
Quedaban sesenta minutos por delante y las partes que suscribían el comunicado le habían pasado la patata caliente a los acreedores. Esperaban que el resto de miembros de la mesa negociadora actuaran "con la misma diligencia y responsabilidad".
El acuerdo incluirá la fecha de caducidad al mandato del presidente del club, Augusto César Lendoiro, y la entrada de representantes de los acreedores en el consejo de administración.
También jugará en la Liga Adelante el Mirandés, cuya plantilla mostró su "total agradecimiento" al empresario Alfredo De Miguel Crespo (Pastrana) "por ser el principal artífice de que el club continúe en Segunda".
Peor suerte tuvo el Club Deportivo Guadalajara, que recibió la notificación del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 3 por la que le denegaban sin medida cautelar, y se resigna a militar en la Segunda División B, después de quedar "inhabilitado durante todo el mes de agosto".
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