Posiblemente no haya peor noticia para el Córdoba. Deivid, que ya acumula un mes y siete partidos oficiales de baja, se pierde lo que resta de temporada. El canario sufre una rotura en el labrum de la cadera izquierda, de la que será operado en los próximos días en Santander, y por la que está obligado a parar no menos de cinco o seis meses. Se ve que el diagnóstico falló...

Deivid, intocable para Oltra y pilar básico en los esquemas de este Córdoba, tuvo que poner pie en pared el pasado 25 de septiembre en la previa del choque ante el Nàstic, tras haberlo jugado todo hasta entonces. Días después, en función al parte facilitado tras los exámenes por parte de los servicios médicos del club que lidera Javier Bejarano, se supo que sufría una lesión de grado I en el aductor y la cadera de su pierna izquierda. El periodo estimado de baja se fijó en torno a una semana.

Pero ya ha pasado un mes y Deivid sigue fuera. Y más que estará. Porque a pesar de que el propio jugador había mostrado su satisfacción últimamente por la mejoría de su dolencia y ya se la había visto trabajar más de una vez sobre el césped, ayer se confirmó la peor de las noticias: la dolencia, lejos de remitir, se ha traducido en una rotura en el labrum de la cadera, de la que será operado en los próximos días en Santander por el doctor Luis Pérez Carro y que lo tendrá apartado de los terrenos entre cinco y seis meses, según la evolución.

De esta manera, el CCF se ve obligado a rastrear desde ya en el mercado una central, pues se queda con Bijimine y Héctor Rodas como únicos dentro de la primera plantilla -Oltra ya ha mostrado su predilección por Caro como lateral-, con la única alternativa de Pablo Vázquez desde el filial. Un fondo de armario que se antoja escaso para afrontar con garantías de éxito una temporada en la que el objetivo vuelve a ser, de manera inexcusable, pelear por el ascenso a Primera.