Cuétara es el favorito
El Ángel Ximénez oficializa la no continuidad de Javier Cabanas pese a lograr la permanencia y mira al técnico del Villa de Aranda como su relevo
Con la salvación en el bolsillo, los últimos días han sido de rumores insistentes sobre los planes de futuro del Ángel Ximénez de cara a la próxima temporada. Una planificación que con total seguridad no realizará el actual entrenador, Javier Cabanas, que pese a haber logrado la permanencia en la campaña más complicada del club en la máxima categoría del balonmano nacional, será relevado en el banquillo. La noticia, confirmada oficialmente por el club ayer, era un secreto a voces en Puente Genil, más aún tras los numerosos contratiempos a los que se ha tenido que enfrentar el técnico en los poco más de seis meses que ha estado dirigiendo a la plantilla, con una directiva nerviosa ante el riesgo de descenso, una afición contrariada por los malos resultados y un vestuario donde los jugadores han mantenido puntos de vista completamente antagónicos sobre la situación del equipo.
Con todo, Javier Cabanas, que desde hacía algunas semanas barruntaba su no continuidad en el Ximénez, ha reconocido tener la conciencia muy tranquila sobre el trabajo realizado en los poco más de seis meses que ha estado en Puente Genil. "Cuando vine aquí sabía que el objetivo no era otro que el de asegurar el futuro del club en la máxima categoría, y después, una vez que se consiguiera, ya dije que habría tiempo de hablar de todo", explicó el entrenador burgalés, que hace unos días fue directo al afirmar que "el hecho de que se rumoree que va a venir otro entrenador no me afecta, ya que yo si algo tengo en la vida es experiencia… y en el mundo del deporte estas cosas pasan", aclaró. Cabanas fue categórico al señalar que "si a mí me pagan hasta el último día, me dejaré la piel hasta el último día", y eso será lo que ocurrirá el sábado en el partido con el que el Ángel Ximénez despedirá la temporada en casa ante el Globalcaja Ciudad Encantada de Cuenca.
Sobre su posible sucesor, el hermetismo del club hasta el momento está siendo absoluto, aunque el nombre que está en todas las quinielas es el del entrenador del Villa de Aranda, Jacobo Cuétara, uno de los técnicos más jóvenes de la categoría que asumiría plenos poderes para tomar las riendas del primer equipo y comenzar a preparar la la temporada 2016-17.
El asturiano, que poco a poco ha ido escalando peldaños hasta llegar a la élite, cogió experiencia como segundo entrenador en las filas del Ademar León, y en la temporada 2013-14 se estrenó en el banquillo de Aranda logrando el objetivo de la permanencia a falta de dos jornadas para el final de la temporada, quedando el equipo burgalés en la decimocuarta posición.
El año pasado, Cuétara y su equipo firmaron una primera vuelta con altibajos, pero aún así, el conjunto amarillo acabó la liga salvado tras alcanzar los cuartos de final de la Copa del Rey, donde precisamente cayó ante el Ximénez.
Sin embargo, su consagración ha llegado durante la presente campaña. Con un gran equipo formado por gente con oficio, jóvenes con mucho futuro por delante y nombres poco conocidos a excepción del lateral brasileño Oswaldo Maestro, el Villa de Aranda ha sido una de las grandes revelaciones de la Asobal, habiéndose asentado prácticamente desde el principio en la zona media-alta de la tabla.
Pese a todo, los problemas económicos del club arandino, que el próximo curso reducirá considerablemente su presupuesto, y la marcha de algunos jugadores esenciales en el esquema de juego del equipo han motivado que Cuétara -un técnico metódico, organizado y al que le gusta tener el control total del vestuario y del entorno en el que trabaja- no haya renovado, siendo de esta forma una opción muy atractiva para un Ángel Ximénez que quiere pasar página cuanto antes y empezar un nuevo proyecto mirando hacia la zona media de la clasificación. Un objetivo que ya estuvo fijado al inicio de esta temporada y que se fue torciendo poco a poco tras el inesperado adiós de Fernando Barbeito y las lesiones de jugadores importantes como Chispi, Nacho Moya o Mario Porras.
De cara al próximo proyecto, la lista de los jugadores que continuarán parece perfilada. Por una parte están los que tienen contrato en vigor (Chispi, Cuenca, Oliva y Porras) y los que renovarán con casi toda probabilidad (Curro Muñoz, Paraja, Nacho Moya, De Hita, Rudovic y Bujalance). Una de las incógnitas es la continuidad del joven serbio Janja Vojvodic, que podría tener alguna oferta de equipos de Asobal, mientras que en la lista de bajas aparecerían Olea, Alexis, Flavio y, posiblemente, Guille de la Sierra, por motivos laborales.
En el capítulo de fichajes, el club pontanés quiere reforzarse en todas las líneas con la única excepción de la portería, donde seguirá con dos porteros con experiencia en sus filas. Como es lógico, la salida de jugadores también condicionará la llegada de refuerzos para esos puestos, y hay quienes apuntan que si Cuétara es el elegido para entrenar al Ximénez, algunos jugadores del Villa de Aranda podrían recalar en Puente Genil. Independientemente de ello, las incorporaciones pasarán por dos laterales, un zurdo y un diestro; un pivote de corte defensivo, y un extremo derecho, aunque se busca el perfil de un zurdo que pudiera alternar también como lateral.
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