Cuerpo a cuerpo sin armaduras

En una esquina del ring, el Córdoba, con un balance de una sola victoria, seis combates nulos (llamémosles empates) y cinco derrotas en las doce últimas citas. En el rincón opuesto del cuadrilátero, el Málaga, que se impuso en las siete primeras peleas del campeonato y acumula nueve consecutivas sin hincar la rodilla. Decimoquinto, y con sólo tres puntos de colchón con respecto a la zona de descenso, contra líder, con nueve puntos de renta sobre los equipos que se quedarían al borde de Primera División. El duelo del próximo sábado en El Arcángel promete, aunque estará deslucido por la inseguridad de unos y las bajas de otros.

El Málaga llegará muy mermado y Pierini estima que “aunque tenga una buena plantilla, seguramente son bajas importantes. Pierde a futbolistas que para ellos son importantes, y a ver si lo podemos aprovechar. Hay que cometer los menos errores posibles, porque es un equipo que te castiga a la primera”. Por su parte, Arteaga subrayó la “confianza” de un adversario que “lleva toda la temporada arriba y afronta los partidos de manera algo más distendida”. A pesar de las numerosas ausencias, “tiene una plantilla importante, y con esa dinámica positiva no se notarán tanto”.

Mientras, Paco Jémez continúa dando vueltas a su puzzle, mas las piezas no terminan de encajar. Por distintos motivos, el entrenador blanquiverde no ha podido dar la continuidad que él desearía a la columna vertebral, el esqueleto básico de cualquier equipo: un portero, un central, un mediocentro y un delantero. Es lo que el seleccionador nacional, Luis Aragonés, denomina “pasillo de seguridad”. Si a eso unimos los avatares en las bandas, un aspecto clave por el estilo de juego trabajado desde la pretemporada, el peligro acecha.

Manos sin guantes. Julio Iglesias fue el primer fichaje del tándem integrado por Emilio Vega y Paco Jémez e inició la Liga como titular en detrimento de David Valle, el portero del ascenso. Sin embargo, el avilesino se lesionó en el arranque del choque con el Salamanca, en la octava jornada. No volvió a ser convocado hasta la decimosexta jornada, para viajar a Chapín. La media de Iglesias es de un gol en contra por partido (ocho tantos en ocho encuentros); la de Valle, uno y medio (24/16). Es una posición muy delicada y, a no ser que medie lesión o sanción, el catalán ocupará el arco hasta que concluya el torneo.

Con acento italiano. La defensa es la línea más homogénea del Córdoba. Pablo Ruiz es el cuarto elemento –al principio se alternaba con Aurelio–, pues Dani, Diego Reyes y Pierini son fijos. Sobre todo, el capitán, quien ya está listo para reaparecer. El grupo ha acusado notablemente su baja: dejó la puerta a cero en el segundo periodo ante el Racing de Ferrol, pero entre la Real Sociedad, el Celta y el Nàstic le han endosado siete goles. Alessandro no lo duda: “El equipo que menos goles encaja es el que está arriba. Nosotros, los italianos, lo tenemos más claro todavía”.

El cerebro no carbura. Llegó del Espanyol, con una amplia trayectoria en Primera y un cometido: ser el pilar del centro del campo. Ito comenzó con fuerza, pero se ha ido diluyendo hasta límites preocupantes. Ya ha cumplido 33 años y su pérdida de jerarquía queda resumida en varios datos: contra el Sporting, en el primer compromiso del año, no fue convocado; ante el Celta calentó sin llegar a saltar al césped, y en Tarragona fue el primer sustituido (Katxorro salió para dar más criterio al juego). Ha disputado 19 partidos, siempre como titular, aunque en nueve de ellos fue cambiado. El de Almendralejo no es imprescindible.

Nadie vuela sin alas. El trabajo en Isla Canela, bajo un sol radiante y con la compañía de los molestísimos mosquitos, estuvo marcado por la intensidad. En las sesiones de tarde, destinadas a pulir los conceptos tácticos, nunca faltaban los ejercicios de apertura a los costados, centro y remate. Se convirtieron en un clásico. Paco sabía que contaba con un filón –y eso que aún no había llegado Juanlu– y quería exprimirlo. Pero Cristian Álvarez está muy lejos de su mejor versión, la que regaló al cordobesismo en 2005. Cuando el argentino se lesionó, a mediados de noviembre, los focos apuntaron a Guzmán, pero el pacense ya no profundiza ni desborda. Así, Paco ha insistido con dos zurdos, Juanlu y Arteaga. El sevillano empezó como un tiro, pero su nivel ha bajado. No actuó ante el Gimnàstic por suspensión, aunque lo vio por la tele. Piensa que “nos falta un partido completo en todas las facetas. En el último nos encerramos en lo defensivo y olvidamos lo ofensivo. Tenemos que buscar un término medio para ello y hacer más ocasiones”.

Un descarte simbólico. A pesar de realizar la pretemporada con el déficit de su rotura muscular de finales de abril, Javi Moreno posó en el primer once del Córdoba 07-08, en la visita a Vigo. Avalado por sus 24 goles en el ejercicio precedente en Segunda B, el ídolo de la afición era el icono mediático en el debut en la Liga BBVA, televisado por Canal Plus. Javi no marcó hasta la octava jornada, y además de penalti. Luego ha contribuido con cuatro dianas más. Jémez dice que es el jugador con más talento de la plantilla, pero le quiere al cien por cien... y las lesiones no le respetan demasiado. Por eso prescindió de él en Tarragona. Frente al Málaga, la presencia del valenciano se antoja esencial. Es la cabeza del dragón; eso sí, un dragón dormido.