Craviotto y la carrera de su vida

El palista español alcanza la medalla de plata en el K-1 200 metros y repite presea tras obtener el oro en Pekín junto a Carlos Pérez · Teresa Portela y Alfonso Benavides, cuartos, a las puertas del bronce

Saúl Craviotto celebra su segundo puesto en la final de K-1 ante la mirada del ganador, el británico McKeever.
Saúl Craviotto celebra su segundo puesto en la final de K-1 ante la mirada del ganador, el británico McKeever.
Ignacio Pereyra (Dpa) / Eton Dorney

12 de agosto 2012 - 05:02

El palista Saúl Craviotto ganó la medalla de plata en el piragüismo, donde Alfonso Benavides y Teresa Portela arañaron otros dos metales para España en una soleada y ventosa mañana en Eton Dorney.

"Sabía que era la carrera más importante de mi vida. A Río no sé si voy a llegar y no podía desechar esta posibilidad", contó el palista tras su segundo puesto en el K-1 200 metros, que se suma a su medalla de oro en Pekín 2008 en K-2 500 metros junto a Carlos Pérez Rial.

Craviotto, que falló "un pelín" al salir por estar "despistado", se quedó con la plata al cronometrar 36,540 segundos, detrás del británico Ed McKeever, que se llevó el oro con un tiempo de 36,246. El bronce fue para el canadiense Mark Jonge (36,657).

"En la salida hay una tensión psicológica increíble. Te estás jugando el trabajo de cuatro años e incluso de toda mi vida porque yo tengo 27, que es la mejor edad en cuanto a madurez y fortaleza física", dijo.

El palista salió de la pista con sabor a poco tras la plata aunque luego vio a sus padres y su impresión cambió: "El momento de ver a tu familia orgullosa de ti es lo más increíble. Ver a tu madre llorar y a tu padre con la cara desencajada es muchísimo mejor que la medalla o que cualquier cosa".

Además, apenas pisó tierra, el kayakista habló con Pérez Rial, su compañero de Pekín: "Estaba muy feliz, se ha emocionado y llorado en casa".

Finalizada la prueba, el palista celebró su plata con mesura. Con unas gafas de sol rojas y amarillas como la bandera de España, fue a la ceremonia de premios. Ahí se encontró con sus padres y luego ya habló con una sonrisa.

"Ahora que ha pasado más de un cuarto de hora estoy más contento. Recién llegado una plata te sabe a poco. El segundo puesto y el cuarto quizá sean los peores porque estás cerca del gran objetivo. Ahora lo he asimilado un poco más y es un resultado increíble", expresó.

El palista vivió en Londres 2012 la segunda final en la modalidad K-1 200 metros: "La primera fue en Polonia hace dos meses y también quedé segundo. Fue parecido a lo de Pekín, que en el K-2 con Perucho (Carlos Pérez Rial) sólo habíamos hecho una carrera".

Craviotto remarcó que son muy diferentes la competición de hace cuatro años y la actual. "En Pekín fueron 500 metros que duran un minuto y medio, y ésta es de 200 metros en 35 segundos, es totalmente explosiva y tienes que aplicar muchísima más fuerza", explicó.

Para poder competir al más alto nivel, con un promedio de 160 paladas por minuto, el palista hizo un trabajo específico y cambió su físico, al que le sumó diez kilos de masa muscular en los últimos cuatro años. Agregó sesiones de gimnasio con cargas de 155 kilos en pectoral y su alimentación se redujo en carbohidratos y creció en proteínas.

Después de tanto esfuerzo, aún no decidió si estará dispuesto a repetirlo en el próximo ciclo olímpico. "Ni sé qué me planteo para la siguiente temporada. Lo primero que tengo en la cabeza es irme de vacaciones y desconectar, no coger una pala en un mes y medio. Después veremos", dijo Craviotto, que además trabaja como policía.

"Tengo que agradecerle mucho al Cuerpo Nacional de Policía porque si no fuera por ellos esto sería imposible. Tener trabajo asegurado cuando acabes tu carrera deportiva te da una estabilidad psicológica que te ayuda a entrenar día a día", aseguró Craviotto, que se alegró por "la gran actuación de todo el equipo español de piragüismo, que lo ha hecho muy bien en Londres, donde todos fueron finalistas".

Mientras el palista hablaba con la prensa, a su lado pasó Portela. Su compañera se quedó a las puertas del podio al finalizar cuarta en el K-1 200 metros con un tiempo de 45,326 segundos, pegada a la húngara Natasa Douchev-Janics (45,128), que se llevó el bronce. El oro fue para la neozelandesa Lisa Carrington (44,638) y la plata para la ucraniana Inna Osypenko-Radomska (45,053).

"Se ha hecho muy duro, había un poco de viento en contra. He hecho lo que pude y no bastó, dijo la kayakista con la voz entrecortada. Se abrazó con Craviotto y luego sostuvo: "Es muy difícil estar en unos Juegos, donde todos queremos una medalla. No es nada fácil".

En tanto, en el C-1 200 metros, Benavides arañó el bronce pero no pudo. El canoísta de 21 años nacido en Mallorca fue cuarto con 43,038 segundos. La prueba fue ganada por el ucraniano Yuri Cheban (42,291), que se quedó con el oro. La plata fue para lituano Jevgenij Shuklin (42,792) y el bronce para el ruso Ivan Shtyl (42,853).

"Un cuarto es un cuarto puesto. Es lo que hay. Fueron mejores que yo. Si hubiera habido menos viento tal vez me hubiera ido mejor. Pero no pude hacer nada más", se lamentó tras su cuarto puesto.

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