Cosechas de la ribera del Duero
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Javi Moreno, Pineda, Antonio y Juanlu militaron en el Numancia · Boris fue blanquiverde en la temporada 04-05
De la ribera del Duero a la del Guadalquivir. Ésa fue la travesía de hasta cuatro componentes de la plantilla del Córdoba: Javi Moreno, Julio Pineda, Antonio y Juanlu. Todos ellos jugaron en el Numancia, al igual que Juan Navarro, fichado por el Orihuela en el mercado invernal.
En una fase de la Liga en la que las suspicacias están a la orden del día -el presidente de la Real Sociedad, Iñaki Badiola, se halla en el ojo del huracán por los supuestos incentivos a rivales del Málaga y el Sporting-, el duelo con el Numancia despierta todo tipo de rumores. En principio, el conjunto soriano debe de llegar relajado a El Arcángel, toda vez que acaba de consumar el ascenso a Primera División de manera matemática. Sin embargo, el atasco en la zona baja de la tabla alimenta las sospechas de maletines que vienen y van. A falta de tensión competitiva por los puntos, una prima puede insuflar una motivación alternativa.
Sin embargo, el Córdoba lo tiene todo de cara. El equipo se ha levantado con dos victorias consecutivas y el pasado en Soria de varios de sus jugadores plaga la cita de lazos sentimentales. Sin ir más lejos, hasta siete integrantes del actual plantel numantino permanecen en el vestuario desde el ejercicio 05-06, que puso fin al trienio de Julio Pineda y Antonio en tierras castellanas -ambos bajaron un escalón para ayudar al Córdoba en Segunda B-. Son Álvaro Núñez, Palacios, Juan Carlos Moreno, Mario Martínez, Rafa Jordá, Toché y Del Pino. Éste último llegó esa campaña, por lo que no coincidió con Juanlu en la anterior, con el equipo en Primera.
Según Pineda, "me haría mucho ilusión jugar contra el Numancia, porque tengo muchos amigos allí y entre los amigos también hay piques". ¿Piques? Lo previsible es que haya buen rollo.
Asimismo, a Javi Moreno no le queda ningún compañero de su etapa en Los Pajaritos, porque su periplo se remonta a la lejana temporada 98-99. No obstante, el fútbol provoca constantes reencuentros. En la primera vuelta, a pesar de estar lesionado, el de Silla viajó para repasar anécdotas con viejos amigos. Y repartió abrazos entre los empleados del club, amén de bromear sin reparos con Nagore, con quien compartió caseta en el Atlético de Madrid.
En la otra cara de la moneda está Boris. El defensa vivió el caótico cincuentenario blanquiverde. Cortado por Juan Carlos Rodríguez en el ecuador del curso, el asturiano vivió de cerca una revolución personificada en futbolistas como Pierini, Cristian Álvarez y una decena más. No obstante, no se enfunda la zamarra del Numancia desde la trigésima jornada, allá por el 23 de marzo, por culpa de una lesión muscular que se ha complicado. Buena noticia, porque si hay algún jugador rojillo con ganas de liarla en El Arcángel, ése es Boris. Supuestamente.
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