SALAMANCA | córdoba · el otro partido

Corte de mangas sin mangas

  • Los aficionados cordobesistas volvieron a respaldar a los suyos en unas difíciles condiciones en el Helmántico · Los locales hicieron una fiesta del dolor cordobés

Un proceso febril dejó fuera de la convocatoria a Quique Martín, la estrella del Salamanca. Finalmente, la ola de frío no se hizo patente sobre el césped en forma de nieve ni hielo, sino con la ausencia del hombre que tira del carro en el Helmántico, un zurdo de 35 años con calidad por arrobas. La otra gran noticia para el Córdoba en los prolegómenos fue el despliegue por parte de dos docenas de fieles de un espectacular tifo en un córner del Fondo Norte: enorme camiseta, bufanda agarrada con las dos manos, número 12. La enésima prueba de que, ganen o pierdan, los blanquiverdes nunca caminarán solos. Estos locos y su manía… Llegaron a la capital universitaria por antonomasia en busca de un poco de marcha para el cuerpo y se fueron con el alma congelada.

Ayer el Córdoba salió de azul… y con manga corta. Sólo Asen se resguardó con una camiseta interior. El otro jugador visitante con marga larga, era, por supuesto, Raúl Navas. Por no hablar de José González, precavido con la garganta cubierta, chándal y un anorak como Dios manda. Y guantes, para que la botella no fuera arisca al tacto.

Tan desapacible era el panorama que Bernd Schuster, prácticamente hijo adoptivo de Salamanca porque su pareja es charra, no se dejó ver ayer por la ciudad castellano-leonesa. El alemán ya tiene bastante con la tempestad que azota al Real Madrid. No obstante, la temida nevada se quedó en el amago: en el minuto 32 cayeron unos copitos, aunque a cámara lenta, y el asunto no pasó a mayores. La escena coincidió con la lesión de Carpintero, cuya baja obligó al entrenador a elegir entre dos vascos de pro, y por tanto acostumbrados al rigor del termómetro por defecto: uno de Bermeo (Endika) o uno de Baracaldo (Katxorro). Uno más consistente, otro más creativo. Optó por el segundo.

Pepillo, con trabajo extra porque toda ropa era poca ante un desplazamiento como el del pasado fin de semana, se tomó un respiro en el descanso del duelo. El utillero disfrutó con la pasión expuesta por 26 niños, 26 proyectos de futbolista en edad prebenjamín que hicieron las delicias de los 4.627 valientes que se dieron cita en el estadio. Hubo regates, arrancadas con y sin balón, alguna entrada dura y un gol, festejado con júbilo por los espectadores y por el autor, claro.

En el partido auténtico, el de los mayores, también hubo un solo tanto. Con el 0-0 campando en el electrónico, como dos ovaladas bolas de nieve, José y Amaral recurrieron a sus delanteros más poderosos: Yordi y Azkorra, respectivamente. Mientras el isleño se peleó sin recompensa, el tanque local creó muchos problemas a Navas. Al final fue el venezolano Miku, precisamente el hombre que había relegado a la suplencia a Azkorra, el encargado de decidir el choque.

Ése gol dejó al Córdoba frustrado y en una complicada tesitura. La próxima jornada visita el Elche, que está dos puntos por debajo... y marca el límite del descenso. Un partido que se parece bastante a una de esas finales que tan acostumbrado está a disputar el Córdoba en las vísperas del parón navideño. Un motivo más que suficiente para calentarse.

El Helmántico volvió a vivir una fiesta, y ya son seis consecutivas. La afición salmantina disfruta con un equipo que colidera la clasificación junto al Xerez y por encima del Zaragoza, y por eso dio por bien empleadas las casi dos horas en tan gélido ambiente. Y por eso quedó en un segundo plano que Ceballos, enojado tras ser expulsado, se marchara a la ducha dedicando a la grada un corte de mangas… sin mangas.

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