Polideportivo
  • El triatleta de Fernán Núñez padece esclerosis lateral amiotrófica desde 2018 y busca dar visibilidad a su enfermedad a base de lograr grandes retos deportivos

Coronar el campamento base del Everest, el próximo reto de Miguel Ángel Roldán para luchar contra la ELA

Miguel Ángel Roldán durante una prueba de triatlón. Miguel Ángel Roldán durante una prueba de triatlón.

Miguel Ángel Roldán durante una prueba de triatlón. / Darío Ortega

La vida puede cambiarte de un día para otro como le ocurrió al fernannuñense Miguel Ángel Roldán. Joven, deportista, en un gran momento de forma e imparable superando todo tipo de retos diariamente, hace ya algo más de cuatro años que comenzó a percibir sensaciones poco comunes en sus hábitos. Su primer síntoma lo vivió durante un viaje a Buenos Aires cuando notó que se ahogaba. Meses después le volvió a pasar en el mítico Ironman de Madrid y tuvo que abandonar la prueba a falta de diez kilómetros para acabarla.

Los síntomas cada vez eran más seguidos hasta que su mujer, que es médica, le comprobó la atrofia de la lengua y lo mandó al neurólogo, quien le comunicó que padece esclerosis lateral amiotrófica. "Cuando recibí la noticia fue el peor día de mi vida porque pensé que todo se acababa en ese momento, pero años después estoy aquí haciendo muchas cosas que nunca pensé que podría estar haciendo", destaca Miguel Ángel.

Toda una vida ligada al deporte, triatleta y profesor de Educación Física, a sus 42 años recuerda cuando recibió en 2018 ese diagnóstico que "nunca esperas tener". Y es que, Miguel Ángel logró grandes metas como la de ser el primero de Fernán Núñez en participar en el Ironman de Madrid que, como explica, "abrió el camino a muchos otros deportistas de la localidad". Cinco participaciones en el Ironman, numerosos maratones, y un gran seguimiento futbolero y de todos los eventos deportivos es lo que lo ha contagiado durante su vida de la filosofía del esfuerzo, la superación y el no rendirse ante la adversidad que ahora aplica a la lucha contra su enfermedad.

"El ser humano es tan simple que se ciñe a lo básico y se nos olvida muchas veces lo verdaderamente importante, porque lo malo no es perder la capacidad de hacer deporte, sino el miedo que te entra en el cuerpo de que vas a perder a tus seres queridos, ahí se mezcla lo racional y lo irracional, el pensar que pronto dejes de existir te da miedo y es un precipicio que sin una ayuda psicológica y de tus seres queridos es muy difícil superar", argumenta Miguel Ángel Roldán.

Ese apoyo de los suyos es, precisamente, lo que le permite hacer frente a su enfermedad de la forma más emotiva. Por eso, a base de un impresionante esfuerzo personal y acompañado por la asistencia de su entorno, Miguel Ángel ha completado retos deportivos tan fascinantes como coronar el pico más alto del España, el del Teide, y también el del Naranjo de Bulnes en 2021. Este último dejando su imagen más motivadora: un grito de rabia, adrenalina y esperanza al lograr el reto que hizo su hazaña más reconocible.

Miguel Ángel Roldán grita al alcanzar la cima del Naranjo de Bulnes. Miguel Ángel Roldán grita al alcanzar la cima del Naranjo de Bulnes.

Miguel Ángel Roldán grita al alcanzar la cima del Naranjo de Bulnes. / El Día

"Cuando te plantas ante ese montón de rocas, al principio las ves imposible de superar, pero es un paralelismo con mi enfermedad porque con el apoyo de la gente empiezas a cogerle el punto a la montaña y cuando llegas a la cima te liberas", señala el triatleta.

El próximo reto es todavía más sorprendente: Miguel Ángel Roldán coronará el exótico Himalaya hasta llegar al campamento base más alto del Everest el próximo mes de octubre. Serán un total de 5.400 kilómetros de altura a los que se enfrente con el objetivo de darle la mayor visibilidad posible a su lucha. "Lograr este reto necesita de una gran preparación física y mental, pero es necesario para visibilizar la ELA uniendo deporte y justicia social y vamos a intentar que se sumen todas la asociaciones de enfermos de ELA de España y del mundo y hacer ver que se puede vivir de una forma bonita y digna mientras llega la cura", comenta.

Como señala este deportista enfermo de esclerosis lateral amiotrófica, las metas, "ni en el deporte ni en la vida son fáciles de conseguir", pero la clave está en la "perseverancia", y en "no dejar que los brazos se te caigan y vivir cada momento". Una filosofía de vida llena de positividad pese a las circunstancia que tiene un sustento base en su familia, amigos y seres queridos, que son por los que saca fuerzas para que no lo vean pasarlo mal.

Por supuesto, la labor de Miguel Ángel Roldán es todo un ejemplo en su localidad, Fernán Núñez. De hecho, desde este mes de enero el pabellón municipal lleva su nombre, algo que es un "motivo de orgullo" para él, quien recuerda que siempre bromeaba sobre el nombre del pabellón porque lo merecía su mujer Carmen Ruiz, "la mejor deportista femenina de la localidad en el baloncesto profesional que llevó el nombre del pueblo por Europa". Aunque finalmente sea Miguel Ángel Roldán quien aparezca en la fachada del pabellón, como él mismo defiende, en realidad el complejo deportivo lleva el nombre de su mujer, de sus padres, de sus hijos, de sus familiares, amigos y de todos esos afectados y colaboradores con el proyecto de Saca la Lengua a la ELA, iniciado en 2019.

Miguel Ángel Roldán posa junto al pabellón de Fernán Núñez. Miguel Ángel Roldán posa junto al pabellón de Fernán Núñez.

Miguel Ángel Roldán posa junto al pabellón de Fernán Núñez. / El Día

"Todo lo que sucede pasa por algo, si no te mueres de ELA te mueres de cualquier otra cosa, y quizás la vida me ha dado esta circunstancia para hacerme ver cuánto soy capaz de dar por mi enfermedad y de cuánto soy capaz de avanzar por el bien de todos los que la padecemos. Apenas puedo hablar, me cuesta respirar, tragar y soy consciente de que no me llegará la medicina o el tratamiento que retrase el avance de la ELA, pero mi trabajo no va a ser en vano y mi aportación y visibilidad están allanando el camino a esas personas sanas que de un día para otro se enteran de que padecen la enfermedad como me ocurrió a mi", destaca Roldán.

Con mucho que dar todavía, Miguel Ángel es un amante de la vida que gracias a sus conquistas lucha porque el día de mañana haya una cura para los más de 4.000 enfermos de ELA que hay en España. Todo un ejemplo de superación cuyo aprendizaje está calando en los más pequeños para que en futuro estén "comprometidos con personas que sufran esta enfermedad o circunstancias parecidas". Mientras la ciencia investiga de busca de una esperanzadora cura, este amante del deporte continúa haciendo lo que más le apasiona: coronar los retos deportivos más impresionantes para sacarle la lengua a la ELA.

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