Cordobeses en el Manzanares
Fútbol
Los jóvenes Juanje, Regalón y 'Pichu' Atienza buscan su oportunidad en el filial del Atlético de Madrid
Labrarse un porvenir dentro del fútbol profesional en Córdoba es muy complicado. Por eso, cuando las jóvenes promesas comienzan a oír cantos de sirena y algún equipo importante del panorama nacional llama a sus puertas, no lo dudan. Eso le ocurrió a tres jóvenes cordobeses que ahora se encuentran muy cerca de la elite: Juanje, Regalón y Pichu Atienza, tres jugadores que llenaron sus maletas con pocas prendas y mucha ilusión y se marcharon a Madrid para enrolarse en el Atlético, club en el que la próxima campaña formarán parte de su primer filial, en Segunda División B.
El más veterano de los tres, aunque sólo cuenta con 21 años, es Juanje Lucena, que llegó al conjunto colchonero en su último año de juvenil. El centrocampista, por aquel entonces en el Séneca, inició su andadura proclamándose campeón con el primer juvenil del Atlético. Cuajó una magnífica campaña comandando el centro del campo. De él llegó a decir su entonces técnico, Alejandro Sánchez, que era "un jugador muy completo. Tiene una fuerza impresionante y además tiene técnica para dar salida al balón. Es el pulmón del equipo".
Tras pasar por el Atlético Aviación, en Tercera, recaló en la campaña 06-07 en la Gimnástica de Torrelavega, en Segunda B, en calidad de cedido y buscando los minutos que igual no hubiera disfrutado en el Atlético B. Aún cuando en el equipo cántabro le "costó trabajo entrar", según él mismo confiesa, no tardó en convertirse en uno de los fijos. Pero en su mejor momento, al final de la temporada, Juanje se lesionó de gravedad ante el Talavera. Sufrió rotura parcial del cruzado, del ligamento lateral interno y del menisco de su rodilla derecha, una triada parcial.
Fue operado y todo hacía indicar que con éxito. Comenzó la pretemporada y "estaba prácticamente a tope, entrenaba con el primer equipo y cabía la posibilidad de jugar en la UEFA, pero las sensaciones comenzaron a no ser buenas". Juanje tuvo que volver a pasar por el quirófano el pasado mes de octubre. Curiosamente, su lesión le abrió las puertas del primer equipo a Quillo y las del segundo a Camacho, que también ha llegado a debutar en el primer equipo colchonero. "Fue su destino y pudo ser el mío. Pero es mejor no pensarlo. Lo que tenga que venir vendrá", matiza.
Juanje ya se encuentra completamente recuperado e incluso ha participado con el Atlético de Madrid B en algunos encuentros amistosos a final de temporada, tras pasar el año en blanco. "Ha sido duro, pero todo se supera con paciencia y trabajo", afirma.
Juanje, que se define como "un jugador con carácter en el campo", sólo tiene una meta: "Llegar al primer equipo y triunfar. Aunque lo primero es volver a jugar y ver que no hay secuelas. Después, poco a poco, tirar hacia arriba".
Tampoco ha teniendo demasiada fortuna esta temporada Francisco Regalón. El defensa, natural de Adamuz, llegó al Atlético en su segundo año de cadete, procedente del Córdoba. Militó en División de Honor juvenil y de ahí dio el salto al segundo equipo colchonero tras un breve paréntesis en el C, aún siendo juvenil. Durante este período, además de llamar a sus puertas el Liverpool de Rafa Benítez, fue convocado por la selección nacional sub'17.
Pero la mala suerte llegó en forma de lesión quizás cuando mejor se encontraba. Había realizado su segunda pretemporada con el primer equipo, pero se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha en un entrenamiento, en diciembre de 2006. Ahora, después de haber pasado hasta cuatro veces por el quirófano, Regalón se encuentra en Madrid concluyendo su rehabilitación para comenzar la pretemporada con el grupo.
El jugador afirma que aunque se adapta a la posición de lateral, "donde más a gusto me encuentro es de central". Aunque no quiere entrar en valoraciones, se define como un jugador con "buena salida de balón, potente y con un buen juego aéreo". Se quedará sin vacaciones, pero "sólo pienso en empezar la pretemporada junto al resto de mis compañeros, estar a tope a primeros de septiempre y jugar el máximo número de partidos pues las temporadas 09-10 y 10-11 tengo contrato con el primer equipo y debo intentar llegar lo mejor posible".
El benjamín del grupo es Francisco Javier Atienza Pichu, natural de Cañete de las Torres y asiduo de las categorías inferiores de la selección nacional. "Me siento encantado de poder jugar la próxima temporada en Segunda División B", dice el juvenil. Participa con regularidad en los entrenamientos de la primera plantilla y se siente atraído por la "honradez y el trabajo" de un jugador consagrado como Forlán. Con tres años más de contrato, su ilusión y su meta es "jugar en el primer equipo". Él, como sus paisanos cordobeses, tiene la ilusión de triunfar en un grande de España. Y nadie los va a frenar.
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